Qué dice la calle… Martes 12 de Julio

La frase de hoy: “A los jubilados habría que darles un curso sobre el modo de sobrellevar el paso de las horas”.

La Calle, mientras eso llega, quiere agradecer saludos y escritos. Tal el caso, de Jorge Calvo e ingeniero Abel Altube, recibidos en los últimos días. Al entusiasta y capaz Leonel Ávila, hemos leído su comentario por Internet que, al margen de considerar que es exagerado, lo recibimos con un premio no merecido a la veteranía.

Vvvvvv

La Calle ha hecho un ritual para llegar al diario en cada jornada. Cuando eso no pasa, por el inevitable paso del tiempo, se hace difícil terminar el día. Al llegar a la noche, sentimos que no se han hecho todos los deberes… El exilio es parte de la rutina llamada vida donde, además del luminoso amanecer, existe la amargura de los atardeceres.

Vvvvvv

Ayer fue el Día del Bandoneón… La fecha se eligió porque ese día, en 1914, nació Aníbal “Pichuco” TROILO, sin ser discutido de haber sido el “mayor bandoneón de Buenos Aires. En la foto aparece junto a Roberto Goyeneche, bautizado como dueño de una “garganta con arena”, uno de los temas escritos por Cacho Castaño.

Vvvvvv

La Calle adhiere a la fecha con la publicación de una glosa escrita por Juan Berzosqui publicada en nuestro diario. Don Juan, con alma de bandoneón, tenía una especie de visión nostálgica de la vida. El tango fue parte de su existencia y lo demostró con la inauguración de Tangolín”, un lugar dedicado a refugio de la bien llamada canción de Buenos Aires.

Vvvvvv

Pichuco” y su gente fueron poblados de una época en la cual la calle Corrientes no dormía y en sus casas habitaban quienes vivían buscando el lado poético de la existencia. Un espacio donde la amistad florecía como los malvones. La gente era feliz con tener a su disposición un retazo de sol en la vereda… Donde el bandoneón era un amigo al que se le podían explicar las penas de la novia que se ha ido…

VVVVVVV

En el día del Bandoneón

Fueye mío…

Ya van como veinte abriles
que te tengo, fueye mío, y te juro es imposible
poder vivir sin tu amor
si hasta el rato que te dejo
para salir con la piba
me dan ganas de olvidarla
para volver junto a vos.

Yo no puedo darme cuenta
que me pasa, que a tu lado,
me parece que en la vida
nunca hay penas para mí;
cuando acarician mis dedos
el nácar de tu teclado,
¡las veces que habré llorado!
de alegría junto a vos.

Fueye mío…
con tu vos enronquecida
te metiste en mi vida
de muchacho soñador.
Fueye…
siempre te tuve cariño
y soñaba desde niño
al conjuro de tu son.

Por eso…
por lo tanto que te adoro
brindarte fueye yo quiero
estos versos que surgieron
de mi humilde inspiración.

A lo mejor el destino
me hace una mala jugada,
y mis dedos ya cansados
no te puedan manejar,
te tendré sobre mi lecho
pa’ poder acariciarte
y en las noches muy juntitos
el pasado recordar.

Pero eso sí, te lo pido,
que en mis horas de tristeza,
con tus notas fueye mío
alivies mi gran dolor;
y te juro por mi pibe,
que Dios lo tenga en la gloria,
junto a vos, bien abazado,
quiero morir, bandoneón…

Juan A. Berzoni

Comentarios
Compartir en: