Días de lucha y movilización
Por Aldana Barros
La lucha nunca termina y las injusticias tampoco, desde el “colectivo de discapacidad” junto a diferentes organizaciones, sumado al acompañamiento de familiares y demás usuarios llevan a cabo marchas oponiéndose al ajuste llevado a cabo por el Gobierno Nacional.
Esto, es una forma de atacar el sistema de salud, es un ataque a las personas con discapacidad y a los profesionales que trabajan en este sector. La continuidad de tratamientos y terapias son imprescindibles.
“Las prestaciones en discapacidad no se ajustan, o si se ajustan, se ajustan a las necesidades de cada sujeto” para que los mismos tengan herramientas que brinden sostén y subjetivación en su mundo.
Jugar con la salud de la gente, ¿acaso es una opción?, ¿cobrar el salario para los sectores precarizados pasó a ser un privilegio? ¿cuándo se harán valer nuestros derechos?.
Miles de trabajadores después de darse a conocer los nuevos recortes podrían no cobrar sus ingresos, “corren el riesgo de no cobrar sus honorarios”.
Hace algunos días leí en una red social “no recorten las prestaciones en discapacidad, no recorten lo que sostiene mi mundo”, cuánto dolor hay detrás de estas palabras, cuánto dolor debió sentir aquel familiar, aquel profesional, al escribirlas.
“No se ajustan a medidas que maltratan a quienes brindan las prestaciones, favoreciendo de este modo el encadenamiento del maltrato que inicia con un estado que desampara a quien trabaja para amparar”.
Que estos gritos no sean en vano, que gozar de una buena calidad de vida no deje de ser un derecho, NO AL RECORTE EN DISCAPACIDAD, BASTA DE VULNERAR DERECHOS.