Reflexiones de Francesca Drago
¡Ahí esta!, una vez más admirando la belleza de otros. Enamorada de las alas que a ella le hubiese gustado tener, quizás con unas alas más grandes hubiese podido hacer más. Así piensa cada vez que ve su sombra.
Pero invierte tanto tiempo en mirar afuera y admirar a otros que aún no descubre que las hermosas alas de mariposa que todas las mañanas en su ventana se posan no son otra cosa que su reflejo. Y así lleva años haciendo lo mismo, inmersa en la contemplación y admiración de otros que nunca tuvo tiempo para descubrir que el aleteo que tanto admiraba era el propio.
NO DEJES PASAR MÁS TIEMPO, A VECES EL MIEDO SE DISFRAZA Y NOS CONFUNDE, NOS HACE PENSAR QUE NO PODEMOS VOLAR TAN ALTO COMO LO HACEN LOS DEMÁS.
¿Quieres conocer de qué tamaño son tus alas?