Mal de muchos… Consuelo del Gobierno

-Por Marita Gelitti

Hace unos días, nuestra ciudad se cubrió de un humo negro, espeso, persistente y contaminante que llevó horas detenerlo gracias al trabajo de los bomberos locales y de la región. El fuego voraz llegó a un lugar de acopio de neumáticos en desuso ubicado en el Parque Industrial de Bragado.
No sabemos si se podía haber evitado o no, eso lo dirán las pericias de los profesionales que deban hacer el informe de daños. Pero no cabe duda que la decisión política de dar solución definitiva al acopio de neumáticos en el parque industrial hace años que se dilata, sin tomar el tema con la seriedad y gravedad, por la peligrosidad de esos residuos.
Pero hay antecedentes, donde el sector público, en conjunto con el privado, se aportaron posibles soluciones de la contaminación ambiental provocada por los neumáticos en desuso.
En 2017, el Concejo Deliberante y el por entonces director de Medio Ambiente, Oscar Álvarez, recibieron a un empresario que ofrecía prestar el servicio de almacenamiento, traslado y reciclado de los neumáticos fuera de uso (NFU) mediante el cobro de una tasa a los grandes generadores de dichos residuos -fabricantes y distribuidores-.
El mecanismo era interesante porque el municipio sólo debía facilitar el predio, mientras que la empresa realizaría el almacenamiento, traslado y reciclado -incluyendo las medidas de seguridad para evitar incendios-. Así, el municipio resolvía la cuestión ambiental y recibía una parte de lo recaudado por la tasa. La empresa, por su lado, estaba en condiciones hace varios años para dar soluciones sobre este tema y convertiría ese caucho en baldosas, pisos para gimnasios, entre otras soluciones.
En aquella oportunidad, se redactó un borrador de Ordenanza que quedó a la resolución del Ejecutivo, quien no decidió avanzar con esta opción, pero tampoco con ninguna otra superadora.
Conformarnos con que “es una problemática mundial, nacional y regional”, que otros lo hacen peor que nosotros, que “debemos mirar para adelante”, sólo debe ser un dato, pero no una respuesta. Que “vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer” es una frase de barricada, pero no una definición de una política pública. Que celebremos el invalorable proyecto de la Escuela Técnica N°1 es justo y una buena decisión, pero suena a una evasión de responsabilidades políticas, exponiendo a directivos que no tienen responsabilidades políticas y gozan de prestigio comunitario.
La gestión municipal de medio ambiente lleva más de seis años, no empezó recién. Como ciudadanos nos merecemos un ambiente sano. No es fácil, es complejo, pero no se consigue sin profesionales capacitados, sin visión y sin un plan para llegar a ella. La participación comunitaria es importante si se es parte y no sólo decorado aplaudidor. Los funcionarios funcionan si son formados y tienen escucha activa.

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