Qué dice la calle… Viernes 02 de Junio
La frase de hoy: “No creer que esta será la última de nuestras caídas”
Quien ayer evitó un revés deportivo y en cambio cosechó elogios del mundo del deporte y la amistad fue Genaro Olivieri, tenista bragadense en el legendario escenario de Roland Garros. El joven bragadense actualmente en el 220 del ranking del mundo, conquistó una dura victoria, en base a calidad y voluntad. Expresó su alegría al final en el mismo escenario donde tantas veces ganara su ídolo Rafael Nadal.
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La Calle recordó los entrenamientos de Olivieri cuando los sueños de viajar en avión y competir en los grandes torneos, era una ilusión.
Ayer en cada minuto de descanso Genaro cerraba los ojos como evocando su infancia y niñez y convencido que su papá lo estaba ayudando desde algún lugar.
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Las caídas callejeras… como los días de regreso al diario se han ido sumando es obligatorio explicar algunas de las razones, más allá de la cantidad de años que sobrellevamos.
En sólo 45/50 días sufrió cuatro caídas, la última de las cuales le dejó un corte en la frente que aún no cicratiza. Sin saber muy bien qué había pasado, la atención se hizo en el Hospital Municipal con la debida atención y capacidad, cuestiones que agradecemos siempre.
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Los daños en la pérdida de equilibrio siguieron una línea ascendente. Primero fueron dos lastimaduras en mano en el afán de sujetarse y después “salida de pista” que terminó con la ruptura de un vidrio sin mayores daños físicos.
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Es hora de pedir disculpas por las ausencias a la redacción, a la cual extrañamos por años de acompañar inquietudes. Nunca perderemos la esperanza de volver y aquí estamos dispuestos a colaborar.
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Una triste noticia: ayer conmovió una información del fallecimiento del ex soldado del crucero argentino José “Richard” Arrigoni. Después de estar internado en el Hospital Municipal fue derivado a un centro asistencial de La Plata, donde ocurrió su deceso. Había sobrevivido al hundimiento del Gral. Belgrano en base a su entereza estando un día y medio flotando en una balsa de plástico sobre las frías aguas del Océano. Hoy la comunidad bragadense lamenta la pérdida de un ser humano excepcional superando la humildad de sus comienzos. Frente a su ausencia física sólo podemos pedir una oración a su memoria.