La corta historia del primer semáforo de Bragado: duró menos de un día, hace 60 años
– Fue un símbolo de avance en materia de tránsito y tecnología, y, paradójicamente, también de un accidente.
Por Leonel G. Avila
En los tiempos en que vivimos resulta difícil pensar en una ciudad como Bragado sin semáforos. Desde hace mucho forman parte del mobiliario urbano y se han convertido en una de las principales herramientas en materia de prevención de accidentes, por lo que hemos naturalizado su presencia y rara vez alguien se pone a pensar en cuánto hace que están. En ese marco, es interesante resaltar que este 2023 se cumplieron 60 años del primer dispositivo que tuvo Bragado, el cual atravesó una curiosa y corta historia, desconocida por muchos…
En la actualidad, hay semáforos en un total de 28 esquinas. Muchos son relativamente nuevos, mientras que otros llevan allí unas cuantas décadas. El primero fue instalado el 10 de Marzo de 1963 en la esquina de Rivadavia y Mitre, siendo una gran novedad para Bragado, no sólo por lo que implicaba en materia de tránsito, sino también porque ocurrió apenas 5 años después que Buenos Aires tuviera el primero de la Argentina en la intersección de las avenidas Leandro N. Alem y Córdoba; un tiempo relativamente corto para la velocidad en que solían ocurrir ese tipo de avances tecnológicos en el interior del país.
Como es de imaginar, el suceso fue tapa de los diarios de la época: “Ayer a las 20,10, en la intersección de las calles Rivadavia y Mitre fue inaugurado el semáforo regulador del tránsito de automotores, diseñado y construido por el convecino Señor Pedro Oscar Luque y que funcionará de carácter experimental”, indicaba al respecto La Voz de Bragado. Además, detallaba que “su constructor fue el encargado de dejarlo a la vista del público, descorriendo la tela que lo cubría y de inmediato el cura párroco presbítero Ramón Pratt bendijo el mismo”.
¿Era para tanto?… ¡¡¡Sí!!!, quizás hoy pueda parecer demasiado para el simple hecho de habilitar un semáforo, pero en aquel entonces fue un suceso de gran importancia que motivó la realización de un acto y la presencia de las principales autoridades del distrito, entre ellas el Comisionado Municipal (equivalente a lo que hoy es el intendente).
Sin embargo, también hubo algunas objeciones, por ejemplo del propio La Voz de Bragado debido a que entendía que “el tránsito local no es tan intenso como para hacerlo necesario”. Igualmente indicaba que “es de esperar que los conductores acaten las indicaciones luminosas y conduzcan en ese lugar con prudencia para evitar accidentes y deterioros en el citado aparato”.
PROBLEMAS Y RÁPIDO FINAL
Aunque cueste creer, la inauguración no estuvo exenta de inconvenientes. El primero ocurrió al momento de descubrir la tela, ya que según narró La Voz de Bragado, “de inmediato comenzó a funcionar con sus luces rojas y verdes, no así la precaucional amarilla intermedia de las primeras debido a un pequeño desperfecto ocurrido durante el transporte del semáforo para su instalación”.
No obstante, lo peor sucedió horas después, cuando los diarios todavía no habían salido a la calle con la noticia, ya el semáforo ¡no estaba!, e incluso tuvieron que agregar un pequeño apartado de último momento detallando el motivo: ¡lo chocaron!
“Nos informaron que esta mañana a las 10, el señor Rogelio Besada con domicilio en Comodoro Py, sección quintas, conduciendo un automóvil Plymouth modelo 1930, en plena lluvia al querer evitar la colisión con otro automotor que prosiguió viaje, embistió el semáforo destruyéndolo totalmente”, informó La Voz de Bragado, y agregó: “se dejó constancia en la policía que el nombrado Besada se hace cargo de los daños del auto y semáforo que fueron valuados en $15.000 por el constructor de este último, señor Pedro O. Luque”.
Hoy resulta paradójico que el primer semáforo de Bragado haya sido destruido por completo en un accidente. Sin embargo, bien vale aclarar que no fuimos los únicos en tener esa curiosa particularidad, ya que a pocos kilómetros ocurrió un hecho similar, informado por La Voz de Bragado el 23 de mayo de 1963: “el sábado pasado por la noche comenzó a funcionar en la intersección de las calles Mitre y Libertad de la vecina ciudad de 9 de Julio, un semáforo construido en el corralón municipal (…). Horas después, a la 1 del Domingo, un inadvertido conductor de camión, lo embistió y derribó, tal como ocurrió tiempo atrás en nuestra ciudad”.
Rarezas de la historia, que bien vale recordar…