Carlos Chazarreta: “Lo de Mar del Plata fue hermoso una caricia más al alma”

Carlos Chazarreta tuvo el merecido reconocimiento en los Juegos Bonaerenses, al recibir una medalla de oro en la categoría Objeto Tridimensional, donde había presentado una cosechadora armada con una vieja máquina de escribir. En la nota anterior hablábamos de como Carlos Chazarreta, estuvo a punto de no participar de los juegos, también como surgió esa escultura de una cosechadora a partir de una máquina de escribir y de cómo “Chaza” siente que está jugando de grande al momento de hacer arte.
Chazarreta tiene un historial de esculturas realizadas, como la que le realizó el año pasado al Dr. Villamil, aun así reconoce que le cuesta considerarse un artista. “Conocía la historia del doctor y me plantearon hacer la escultura, que me la encargó Rotary, la hicimos, pero cuesta asumir el papel de artista”, nos relata.
Al preguntarle cuándo empezó a sentir que realmente era un artista, recuerda. “Una persona siempre me decía, hace años, sos artista, tenés una impronta, que yo ahí, hay palabras que tengo que andar buscando en el diccionario. Yo busqué la palabra artista, entonces un día voy y le dije Graciela, la verdad, de acuerdo a lo que dice el diccionario, te tengo que dar razón. Soy artista”
Agregó “Artista es aquella persona que tiene la capacidad de crear y copiar. Hay gente que también hace herrería y me dice, no, yo no lo puedo hacer. ¿Cómo le va a ver cara a eso? Yo le digo le veo cara”. Nos relataba mientras nos contaba que ya juntó las piezas para confeccionar ahora un canguro.
Mientras nos relataba que tardó una semana para armar la cosechadora, dedicándole entre media hora y una hora, Chazarreta expresaba: “Me da vuelta en la cabeza, pero la cosechadora ya la tengo. No hago dibujo, bosquejo, ni nada. Hay gente que lo hace, pero son distintas técnicas. Yo no estudié, hice primaria pero no tengo otro estudio y menos estudié arte. No se técnica, yo lo hago porque me divierte. Lo mío tampoco es un arte de escultura abstracta… Yo prefiero que vayan, lo miren y digan mirá una vaca y lo sabe el nene que va al jardín y el viejo que trabajó en el campo”.

Agregó “Mis esculturas, primero las miran, después sale una sonrisa porque se dan cuenta lo que es y después empieza la conversación. Yo no corto, no armo, eso es una técnica, yo busco la pieza entera. Yo tengo hecho un antílope y lo vi en el suelo, había un tanque de moto, no se nada de mecánica, pero tiene un montón de porquería que no sé para qué son, pero que yo las agarro y las hago bichos”.
Junto al antílope, esa misma semana realizó un elefante y un avestruz. “Por momento no sale nada, porque no estás todo el tiempo pensando, porque del arte no se puede vivir y tengo que seguir trabajando. Gracias a Dios trabajo hay, hay trabajos que me quitan el sueño para resolverlos y estoy todo el día pensando. Lo otro, el arte, es un cable a tierra”, nos cuenta Chazarreta.
Carlos nos comentó que existe gente que le pregunta por qué no enseña, “Yo no puede enseñar, para hacerlo hay que aprender docencia”, afirma con humildad. “La locura que yo tengo no se puede enseñar. De hecho casi nos rajan del micro que fuimos a Mar del Plata porque anduvimos cirujeando para hacer más”, nos relata entre risas mientras nos contaba que se había traído un pedazo de lavarropas y resortes de un sommier desarmado.
Consultado sobre las vivencias en “La Felíz” durante los bonaerenses, Carlos Chazarreta expresó: “En Mar del Plata, después que entregan el premio, que tampoco me esperaba que fuera el oro, saludo a las dos señoras que ganaron bronce y plata. Cuando la saludo, ella me felicita y le cuento arriba del escenario que había estado cirujeando en los volquetes y ella me dice que también había salido a cirujear. A mí me encanta que lo haga una mujer también”.
Chazarreta aspira a que su nieta pueda seguir esos pasos y afirma “… Ojalá fuera una mujer y está dicho que los mejores soldadores son mujeres. Tienen mucho mejor pulso que un hombre”.
Al concluir la nota afirmó: “Lo de Mar del Plata fue hermoso una caricia más al alma, no lo esperaba. Había cosas muy lindas y como tampoco sé en qué se basan los jurados, lo dejé ahí y lo que quería era desaparecer”.

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