Qué dice la calle… Jueves 12 de Octubre
La frase de hoy: “Produce dolor no poder hacer lo que era habitual que hiciéramos”
Hubo largos años, donde era habitual caminar las 50 cuadras que hay entre la oficina de Mecha y el Complejo Municipal. Hoy nos cuesta mucho acudir al llamado de la puerta de calle…
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Hace años que el camino entre Bragado y Olascoaga con paso por la Escuela N°39 era ejercicio semanal, hoy no podemos encontrar el tambo de ovejas que alguna vez fue ilusión laboral para vecinos del lugar.
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Era fácil subir a un tren y llegar al bullicio de la estación Once. De aquel tiempo se ha perdido la memoria y si se lo recuerda es para agradecer que aún corra un tren de pasajeros.
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En la década del ´60 hubo tres carreras de autos uniendo Bragado con 9 de Julio y los Toldos, lo que no ha cambiado es el camino de tierra que actualmente pasa por el CEPT N°26 de La Limpia, donde está el edificio que recuerda el tiempo mejor de la circulación de trenes, que hoy ya no pasan.
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En las antiguas oficinas de Playa y Control Mecha, había una parada para el tren local. El tren ya no para y el gato Mariano, ya no espera la llegada del benefactor que le llevaba comida…
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Cualquier visitante se extrañaría de encontrar montículos de tierra, cerca de Mechita. No son regalos de la naturaleza sino retazos de un desvío que hace largos años se hizo para liberar la salida de las aguas de la laguna. Hoy tenemos que lamentar guardar todo aquel paisaje en la memoria.
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Hasta la privatización de las líneas ferroviarias en la década del ´90, se armaban quince trenes por día, esto empezó a ser parte de la historia, igual que la cabina de señales que está en el kilómetro 204, tan deteriorada como los recuerdos que se deshilvanan con el tiempo.
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Han pasado más de 70 años que las vías llegaron hasta Chivilcoy, desde donde el tránsito se desviaba por el camino real que circulaba siguiendo el curso de las vías. Hoy no está construida la prometida auto-vía que algún día terminará por unir Mercedes con Santa Rosa y es posible que no terminemos de ver avanzada la obra. Terminada jamás.
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Hubo un tiempo en el calendario donde se corría la Vuelta de Chivilcoy con aquellos autos que hicieron tanta historia. Se recuerda el año en que Palito Ortega acompañó a Dante Emiliozzi, ídolo en Olavarría. En estos últimos tiempos el TC histórico con Tony Fernández y sus amigos ha devuelto el rugir de motores por tranquilos caminos urbanos. Es para agradecerle el regalo que hacen a muchos memoriosos.
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Han sido muchas y lindas las experiencias vividas. Ahora no podemos más que evocar aquel cóndor que se dormía soñando con el vuelo que ya no haría…
