La calle – lunes 30/10/2023

La frase de hoy: “Cuando la nostalgia golpea la puerta, lo mejor es dejarla pasar”.

Uno de los canales a los que se puede acudir, es el de las historias de los inmigrantes. Ellos dejaron su tierra, viajaron largos días para encontrar lo que sería la Patria adoptiva. La Calle ha intentado reflejar con aciertos las peripecias de distintos inmigrantes.

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Hoy estamos frente a un nuevo desafío, agradecemos, para ello la ayuda de Franco Bagnato. En la entrevista que le realizaron en estos días, recordó sus éxitos radiales y televisivos con el programa “Gente que busca Gente”.

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El animador dijo que nunca se conformó con el éxito y siempre buscó otros canales para su imaginación. Tuvo la suerte siempre bien acompañada de trabajar en distintos países, citando entre ellos a Italia, España, Colombia, etc.

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Ahora con menos cabello pero igual cariño por lo que ha venido haciendo, dijo que andar caminos le dejó muchos amigos y la posibilidad de recopilar las más dispares historias.

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Cuando se habló del origen de su tarea dijo que su papá había nacido en Italia y que se radicó en Mar del Plata donde formó una familia con varios hijos, ante los cuales muchas veces había recordado paisajes de su pueblo natal.

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Franco recordó emocionado que los recuerdos de su padre le habían dado la fuerza necesaria para llevar adelante el programa, una idea original de Julio Marbiz.

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Explicó que por suerte había tenido la oportunidad de hacer viajar a sus padres para que pudieran conocer de qué hablaban, dentro de la tendencia de no hablar demasiado, virtud de la mayoría de los inmigrantes.

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La Calle escuchando hablar a Franco Bagnato lamentó que su “viejo” nunca pudiera volver a aquel pedazo de suelo cerca de Torino. Es bueno saber a la distancia que aferrarse al amor de su segunda Patria pudo haberlo hecho feliz.

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Este país que habitamos creció mucho al amparo del esfuerzo de quienes llegaron desde otros lugares a labrar la tierra, cuando las gaviotas eran seguidoras del surco de sus arados.
Que para tranquilidad de su conciencia, relativamente, nunca dijo de la pena que había sufrido, al separarse de su mamá cuando tenía apenas 10 años.

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Familia de inmigrantes que olvidaron sus penas de ausencia con el trabajo de cada día en la Patria que adoptaron.

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