12 DE MARZO, DÍA DEL MILITANTE RADICAL
Por Narela Biancatto
El miércoles 12 de marzo se conmemoró el Día del Militante Radical, en honor a Raúl Alfonsín, un verdadero demócrata, defensor de la patria, del patrimonio nacional y de los derechos humanos. Sin embargo, la realidad nos dejó una contrapartida lamentable: abuelos, hinchas de fútbol, periodistas y militantes fueron reprimidos y golpeados por decisión del gobierno nacional. Mientras tanto, dentro del Congreso reinaba la violencia institucional: diputados a los golpes, una sesión levantada a pesar de contar con quórum y un clima de confrontación que atenta contra la democracia.
El saldo es preocupante: violencia, insensibilidad y un ataque directo a la democracia tal como la conocemos. Este gobierno no solo ha instalado discursos de odio, sino que los está llevando a la práctica día a día a través de hechos concretos. Hay un intento evidente de deslegitimar a los militantes de cualquier partido que cuestione las políticas del presidente.
Hoy, un fotógrafo se encuentra en terapia intensiva tras recibir un proyectil en la cabeza que le causó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica. Una abuela fue empujada y cayó al suelo, resultando gravemente herida. Mientras tanto la Ministra de Seguridad se ha dedicado a desinformar y a justificar la violencia a razón del color partidario del reportero gráfico en cuestión y aludiendo a que la anciana se buscó el empujón del uniformado, en otras palabras, se lo merecía. Alrededor de 120 personas fueron detenidas sin motivos claros. Y ante todo esto me pregunto…
¿Se repetirá lo que ya hemos visto antes, con liberaciones tardías y causas injustificadas? ¿Es esta la forma en que el gobierno nacional busca imponer el miedo y el silencio, enviando un mensaje claro de “no te metas, no te comprometas, no reacciones”? ¿No sería mejor que en vez de gastar dinero en gases lacrimógenos, ese dinero se destine al aumento de las jubilaciones de nuestros abuelos? ¿O que todos los efectivos policiales que se enviaron a la marcha, sean enviados a Bahía Blanca para colaborar con los damnificados?
Además, la forma en que se comunica esta represión también despierta una alarma. La inteligencia artificial en la que tanto se apoya el presidente y su sequito de bots, y los algoritmos contribuyen a la pérdida de sensibilidad y de dimensión real sobre lo que sucede, mostrando solo una versión parcial de los hechos. Es probable que muchos no hayan visto la realidad de lo sucedido a través de las redes dominantes, porque el algoritmo también decide qué mostrar y qué ocultar. Como sociedad, debemos reconocer esta realidad virtual y buscar formas alternativas de informarnos, medios de comunicación que se alejen de los discursos dominantes, tanto de un lado como del otro.
En tiempos de pos verdad, donde un mismo hecho cambia dependiendo del dominio que coloques en el buscador, se vuelve fundamental reforzar nuestro compromiso con los valores democráticos y exigir transparencia, justicia y respeto por los derechos civiles.
Rechazamos la violencia en todas sus formas y defendemos el derecho a la libre expresión y manifestación como pilares fundamentales de la democracia. Y pedimos a la clase política, que esté a la altura de las circunstancias, la democracia nos necesita.