Amnistía Internacional denunció al gobierno de Milei por los ataques a periodistas
-La presentación fue realizada ante el Comité Interamericano de Derechos Humanos. Denuncias «ensañamiento y agresión contra periodistas, utilizando las redes sociales y otras estrategias para generar el efecto de silenciamiento y ‘asesinato de reputación’; y las restricciones en el acceso a las ruedas de prensa presidenciales y censura previa hacia periodistas”.
Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Sección Argentina, denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un “deterioro y afectación del ejercicio de la libertad de expresión e información en Argentina”, mediante una carta dirigida al órgano de la OEA que promueve y protege los derechos humanos en América.
En el escrito, Belski hace hincapié en dos ejes para fundamentar la acusación contra el Gobierno de Javier Milei: “el ensañamiento y agresión contra periodistas, utilizando las redes sociales y otras estrategias para generar el efecto de silenciamiento y ‘asesinato de reputación’; y las restricciones en el acceso a las ruedas de prensa presidenciales y censura previa hacia periodistas”.
“El actual gobierno lleva pocos meses de gestión, sin embargo, estamos siendo testigos de cómo la confrontación, odio, temor y las noticias falsas violan reglas básicas del Estado de derecho”, señaló la representante de Amnistía Internacional Argentina.
A Jorge Lanata, Jorge Fontevecchia, María O´Donnell, Marcelo Bonelli, María Laura Santillán, Martín Rodríguez Yebra, Joaquín Morales Solá, por nombrar solo algunos, en las últimas horas se sumó Marcelo Longobardi, calificado como “dinosaurio”, “idiota”, “chanta” y “pifiador serial” a través de la cuenta del presidente.
En el escrito, la organización internacional también cuestionó “la arbitrariedad con la que el gobierno decidió remover la acreditación de la periodista Silvia Mercado”. Y alertó sobre “el anuncio del vocero de la presidencia de dictar lineamientos para la acreditación a Casa Rosada que pudieran devenir en un ejercicio arbitrario y selectivo para limitar las voces que pueden preguntar e indagar sobre las medidas de gobierno”.
Amnistía Internacional reveló también que, este tipo de ataques “suele tener un anclaje más profundo cuando las víctimas son mujeres. Esto impacta directamente no solo en la reducción del debate público sino también en la salud de las personas afectadas”, remarcaron.