Banca Abierta: Juan José Molina solicitó el reconocimiento de los soldados movilizados al TOAS durante el conflicto de Malvinas

Unas de las particularidades que se pudo apreciar el jueves en la cuarta sesión ordinaria del Concejo Deliberante, es el cumplimiento de los requisitos previos para la solicitud de una Banca Abierta. Recordemos que la Banca Abierta es una oportunidad que se le brinda a cualquier vecino de contar con algunos minutos en el recinto para referirse o hacer mención a un tema de interés. Las características de la misma es que el invitado solo puede exponer sin poder ser interrumpido por ningún edil o generarse espacio de debate alguno.
En esta oportunidad quien solicitó la palabra fue Juan José Molina quien se refirió a la situación de los soldados movilizados durante el conflicto de Malvinas al TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur), tras cumplirse 40 años de la guerra.

Juan José Molina durante el uso de la palabra en la banca abierta

CONCEPTOS VERTIDOS POR MOLINA
Ya en uso de su tiempo, el vecino Molina manifestó en principio su agradecimiento por la oportunidad brindada por el cuerpo para uso de la banca abierta para proseguir “Hoy transitamos ya los 40 años de aquel año 1.982 y nos genera el recuerdo de muchas heridas que aún no hemos podido cerrar. Por aquel entonces hubo silencio, complicidad e ignorancia sobre las consecuencias de la guerra. Hoy aquellos que fuimos desplegados de las distintas unidades militares hacia la costa del litoral marítimo patagónico continuamos siendo los mismos. Los mismos que cumplimos tareas de vigilancia y defensa de las distintas bases y puntos estratégicos. Los mismos que realizamos tareas logísticas o de sanidad. Todo eso hicimos en el espacio terrestre continental perteneciente al Teatro de Operaciones del Atlántico Sur”.
Agregó “Aún continuamos esperando que se nos devuelva la veteranía de guerra que tuvimos de las primeras leyes promulgadas después del conflicto, ley 22.664 del 82’, la ley 23.109 del año 84’ y la ley 23.118 del 84’, de las cuales fuimos despojados de esa condición cuatro años más tarde por el Decreto Reglamentario 509/88 inconstitucional para nosotros. Lamentablemente muchos camaradas ya no están y partieron sin su reconocimiento. En este sentido, con la documentación existente y desclasificada en los últimos años, podemos confirmar lo que siempre mantuvimos desde aquel 24 de mayo de 1.982, cuando el Comité Militar creaba el Centro de Operaciones Conjunto y en su primer acta establece que sería el responsable de coordinar las acciones a desarrollar por el poder militar naval y aéreo, en todo el espacio terrestre, marítimo y aéreo correspondiente al T.O.A.S., incluyendo además las bases aéreas, navales, aeronavales, las instalaciones militares, los punto de apoyo logístico y todo otro lugar en el continente que pueda ser motivo de ataque por parte del enemigo”.
Prosiguió: “Ahí quedaba muy claro que la zona de despliegue continental, era un objetivo prioritario para el enemigo. Ese objetivo era defendido por nuestras fuerzas armadas, cumpliendo las distintas ordenes operacionales de guerra. Todo esto fue debido al daño que le estaba ocasionando la Fuerza Aérea Argentina, sino también la Fuerza Aérea Naval con el famoso misil Exocet; y con el despliegue de la Fuerza Sur de las bases San Julián, Rio Gallegos, Rio Grande y Comodoro Rivadavia; siendo estos los únicos lugares desde donde se atacó a la flota inglesa. En esos lugares estábamos nosotros, defendiendo y cuidando las bases aéreas y los puntos de logísticas que había dentro del continente en el sur. En distintos medios de comunicación, en los diarios de guerra de las distintas unidades, en el informe Rattenbach, en libros de historiadores, podemos leer las distintas acciones bélicas desarrolladas en el continente, como así también las incursiones reiteradas del enemigo que pudieron producir en ese momento alertas rojas y hasta apertura de fuego por nuestros soldados”.

Tras enumerar las distintas operaciones, Molina continuó su presentación afirmando “… Estas incursiones contra las bases argentinas fueron realizadas de noche, por tropas de elite especiales como se las conoce, las SAS y las SBS. Estas tropas británicas tenían un alto entrenamiento, capaces de penetrar en el territorio para desarrollar misiones de sabotaje a objetivos militares. Solo unas cuantas de estas incursiones tuvieron trascendencia en los medios argentinos, chilenos y británicos. Una de estas fue el 30 de abril de 1982, donde los soldados del Liceo General Roca, luego de detectar el desembarco de 12 comandos al norte de Santa Cruz, recibieron la orden de rastrear y detener al enemigo. La operación se realizó con dos helicópteros, dejando el saldo que una de las aeronaves fuera derribada y 10 argentinos fallecidos en nuestro continente, más precisamente en Caleta Olivia. Como es de público conocimiento, la guerra nos dejó 649 camaradas que dieron su vida defendiendo a la patria en distintos lugares del conflicto. En la isla Soledad 257 camaradas, en la isla Gran Malvinas 9 camaradas, en las islas Georgias del Sur 4 camaradas, en el mar 362 y en el continente 17 camaradas nuestros. Todos ellos reconocidos como combatientes y héroes nacionales por la ley 24.950, quedando demostrado que no todo pasó en Malvinas y que también hubo actividad bélica en el continente”.
Para finalizar sus palabras afirmó: “Hoy pasado un tiempo prudencial de la culminación de la guerra, el pueblo argentino en su conjunto tiene derecho a conocer el actuar de nuestras fuerzas armadas, la identificación de sus protagonistas, su rol real y efectivo. Además, dimensionar el alcance efectivo del conflicto, que no solo se limitó a las Islas Malvinas, sino poder conocer las incidencias y episodios ocurridos en el territorio continental. De esta forma el pueblo argentino, en base a la verdad documentada, podrá sacar sus propias conclusiones y no quedar a la merced de las opiniones de los protagonistas de algunas de las acciones bélicas. Entre todos, debemos y podemos reconstruir la verdad y valorar las tareas de nuestros soldados. Será la mejor forma de honrar a nuestros héroes. No debe quedar en un simple eslogan, Malvinas nos une. La historia debe ser completa y hay una parte que no fue contada”.
Agregó: “Es por eso que desde concertación TOAS, organización a la que pertenezco y nuclea a los 9.500 soldados que tuvimos participación directa dentro del conflicto, nos propusimos en estos últimos años, continuar visualizando parte de esta historia. Todo este trabajo que hemos hecho lo reflejamos en dos proyectos de ley… los que fueron acompañados con las firmas de 70 legisladores de todas las ramas políticas, con más de 500.000 firmas de ciudadanos de distintos puntos del país, con ejemplos de más de 200 juicios ya ganados. Uno de esos últimos juicios tomó estado público y es el de la enfermera Alicia Reynoso que, desde su puesto de combate en el hospital itinerante situado en Comodoro Rivadavia, bajo el lema “nosotras también estuvimos”, pudo obtener su reconocimiento pleno como veterana de guerra, tras un reclamo de más de 14 años”.
Cerró su presentación afirmando: “Es por todo esto que, nosotros los soldados que fuimos parte del conflicto, solicitamos a este Honorable Concejo que declare de interés los proyectos presentados por Concertación TOAS en el Honorable Congreso de la Nación, sobre el reconocimiento moral e histórico a los ex soldados combatientes de guerra de Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Así también, a nivel local, poder construir un listado provisorio, que contemple a los soldados bragadenses que fueron partícipes del conflicto y puedan obtener su reconocimiento moral e histórico a nivel local, incluyéndolos en actos oficiales y distintas actividades referentes al Atlántico Sur. Para nosotros, los veteranos de guerra no reconocidos del Atlántico Sur, la herida es doble: El estado no nos reconoce y la sociedad ignora nuestra gesta. El honor y el valor, no se olvida. Ley TOAS ya”.

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