Boletas “vintage” y colectoras: las discusiones electorales que se vienen en la Provincia
Las boletas para septiembre podrían ser en blanco y negro, mientras que las colectoras, hoy prohibidas, podrían tener una nueva versión.
Las boletas, eje de u a nueva discusión política en la provincia. (Archivo)
Con la discusión por la modificación de los plazos electorales encaminada y el debate por los límites a la relección también activado, en la Legislatura podrían avanzar dos nuevas iniciativas con impacto en las elecciones provinciales del próximo 7 de septiembre: una modificación en el formato de las boletas y la rehabilitación de las famosas listas “colectoras”, que ahora están prohibidas.
El debate por el formato electoral comenzó a saldarse a principios de esta semana cuando Diputados hizo ley la suspensión de las PASO, pero aún tiene un capitulo pendiente: la regulación de los plazos previos a los comicios (sobre todo oficialización de candidaturas y de boletas), que comenzaría a discutirse desde principios de la semana que entra entre los legisladores del oficialismo y la oposición.
Pero, en una reunión de los boques legislativos con la presidenta de la Junta Electoral, Hilda Kogan y el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, se llegó a un principio de acuerdo para extender los plazos. Quedarían de 50 y 30 días, como impulsa el organismo electoral. De todos modos, falta que el acuerdo –del que también participa un sector mayoritario de la UCR- se extienda a la herramienta más idónea para establecer los nuevos lapsos.
Es la discusión que se viene, aunque en el oficialismo dan por hecho que más temprano que tarde se adaptarán las fechas. Por eso ya están conversando con otros dos cambios que buscarían imponer antes de los comicios, para que estén operativos a la hora de vota. Uno tiene que ver con el diseño de las boletas: quieren que se impriman en blanco y negro. Y otros, con volver a habilitar un viejo mecanismo, por ahora prohibido: las listas colectoras.
Como se sabe, el 7 de septiembre se votarán los cargos provinciales (diputados o senadores y concejales y consejeros escolares) con la tradicional boleta partidaria. Eso porque en Provincia no se aprobó la boleta única papel, que se usará para los cargos nacionales –diputados en ek caso bonaerense-, que se elegirán el 26 de octubre.
La intención de un sector del peronismo –un plan cuyo origen se atribuye a Sergio Massa- es que la boleta se septiembre sea impresa en blanco y negro. ¿Por qué? Porque La Libertad Avanza tiene un déficit notorio: carece de candidatos con alta visibilidad en las secciones electorales. Y para suplir ese déficit, una vía es reforzar la identificación de la boleta a través de los colores: en este caso, el violeta que ya se asocia automáticamente con los libertarios.
En el peronismo ya está lista la argumentación para sostener la idea: el ahorro del gasto estatal, un mantra para sus adversarios libertarios. Así, la intención es que se vote con boletas muy parecidas entre sí, que incluso podrían excluir caras de candidatos.
La otra movida tiene que ver con las colectoras, el mecanismo para enganchar más de una boleta local a otra de orden superior: en este caso, variantes locales con la misma papeleta seccional, por la que se elegirán diputados o senadores, según sea la sección de que se trate. Es un mecanismo que se usó mucho pero que fue prohibido durante el mandato de María Eugenia Vidal. Ahora, la idea es reactivarlo, para lo que se necesita una modificación legal, ya que la interdicción está contenida en la norma que establece las PASO en PBA, que ya fueron suspendidas.
Las colectoras podrían ser un mecanismo para evitar choques en el oficialismo, donde el el cristinismo y el kicillofismo están todavía lejos de llegar a un acuerdo para tener listas únicas, aunque ambos sectores manifiesten su voluntad de lograrlo. En algunos municipios, creen los estrategas del peronismo, ese entendimiento puede ser más difícil aún de lograr y para eso se podrían utilizar las colectoras. Es un recurso que, claro, también se habilitaría para la oposición.
En la Legislatura avanzó en las últimas horas un cuarto cambio electoral: el proyecto para volver a permitir la reelección de diputados y senadores, que recibió despacho favorable de la comisión de Asuntos Constitucionales. Con más respaldos efectivos que los que se verbalizan en público, la iniciativa podría ser aprobada antes de los comicios de este año, lo que daría certidumbre a decenas de legisladores de diversos bloques –oficialismo y oposición- cuyo mandato vence este año y, hoy, no tienen habilitada la posibilidad de intentar uno más. (DIB) AL