Cuando todo parece más urgente, hay que tener la mente fría para resolver los problemas.
En la madrugada de ayer, en Villa Gesell, se produjo el derrumbe de los 10 pisos de un hotel.
En estas condiciones todo se agrava, ambulancias, bomberos, equipos de salvamento, debieron llegar al mismo tiempo para evitar más males.
Las horas transcurrieron veloces. Un hombre de 89 años falleció. A la misma hora fue trasladada a Mar del Plata su señora ya mayor.
Mientras esto sucedía, los televidentes debieron conformarse con la esperanza a flor de piel.
El servicio de sanidad, detenido en el lugar, con la idea de trasladar a los afectados por el derrumbe sintió que era hora de rezar por la recuperación de los accidentados y por el hallazgo de los que aún a la noche de ayer, no habían podido ser rescatados.

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