Como pájaros en el aire

Las manos de mi madre
Parecen pájaros en el aire
Historias de cocina
Entre sus alas heridas de hambre
Las manos de mi madre
Saben qué ocurre por las mañanas
Cuando amasa la vida
Horno de barro, pan de esperanza
Las manos de mi madre
Llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta
Cuando ella juega junto a otros pájaros
Junto a los pájaros
Que aman la vida
Y la construyen con los trabajos
Arde la leña, harina y barro
Lo cotidiano se vuelve mágico
Se vuelve mágico, oh-oh
Las manos de mi madre
Me representan un cielo abierto
Y un recuerdo añorado
Trapos calientes en los inviernos
Ellas se brindan cálidas
Nobles, sinceras, limpias de todo
¿Cómo serán las manos
Del que las mueve
Gracias al odio?
Las manos de mi madre
Llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta
Cuando ellas juegan junto a otros pájaros
Junto a los pájaros
Que aman la vida
Y la construyen con los trabajos
Arde la leña, harina y barro
Lo cotidiano se vuelve mágico
Se vuelve mágico

Autor: Peteco Carabajal.

Vvvvvv

Cómo hemos hecho otras veces, aun estando ausente, adherimos al festejo que significaría tenerla cerca. Es allí donde florecen los recuerdos y sentimos que con paso lento, siempre encontrando algo para hacer, está presente igual que cuando nos regalaba algún consejo y la certeza de tenerla siempre cerca. (Adhesión callejera para quien hoy hubiera cumplido un año más).

Vvvvv

Las manos de las madres, alejadas nunca estarán.

Xxxxx

A 30 años del atentado.

Se perdieron muchas vidas…
Fue el 18 de julio de 1994, cuando la explosión generada en el edificio de la A.M.I.A. ubicado en la calle Pasteur 633, se cobró 85 víctimas fatales y más de 300 heridos. Fue un atentado sangriento que aún hoy sigue sin ser aclarado. Sólo está guardado en el corazón doliente de quienes perdieron seres queridos.

Aquella explosión aún se mantiene vigente en el corazón de quienes perdieron seres queridos.

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