Conferencia Episcopal Argentina
Mensaje del Obispo Diocesano Ariel Torrado Mosconi
Queridos hermanos:
La mejora en la situación sanitaria de nuestro país en el marco de la pandemia del COVID 19 que ha llevado a las autoridades a ir levantando y flexibilizando algunas de las medidas de cuidado que se proponían, nos posibilita celebrar esta próxima Semana Santa y Triduo Pascual con menos restricciones que en los años anteriores. Sin duda tenemos una ocasión favorable para fomentar la vuelta a la presencialidad en las celebraciones litúrgicas.
En ese sentido la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en la Nota a los obispos y a las conferencias episcopales sobre las celebraciones de la Semana Santa 2022 del 25 de marzo pasado, alienta al discernimiento en el contexto actual a partir de “la experiencia que han adquirido las Conferencias Episcopales en los últimos años permite ciertamente afrontar las diversas situaciones del modo más adecuado, vigilando que siempre sean observadas las normas rituales contenidas en los libros litúrgicos”.
-Podemos destacar esa misma experiencia en cada una de las comunidades de nuestro país, que han ido encontrado en este último tiempo la manera más adecuada para llevar adelante las celebraciones litúrgicas. Es por eso que desde la Comisión Episcopal de Liturgia invitamos a que en este tiempo en que nos preparamos para celebrar solemnemente los grandes misterios de nuestra redención en el sagrado Triduo pascual, procuremos disponer todo lo necesario para vivir plenamente el centro de nuestra fe en el marco de las medidas de cuidado que hemos ido aprendiendo durante esta etapa.
A modo de sugerencia proponemos prestar especial atención a algunas de las situaciones particulares que se presentan en el marco de estas celebraciones. Entre estas cuestiones a tener en cuenta se puede mencionar la necesidad de disponer espacios para las celebraciones que eviten aglomeraciones en lugares cerrados, especialmente en aquellas que son más concurridas como el Domingo de Ramos o el Vía Crucis. Del mismo modo, prever ciertos cuidados sanitarios en la misa de la Cena del Señor a la hora del rito del lavatorio de los pies.
Otro aspecto a considerar es el gesto de adoración a la cruz, que convendría evitar que se haga con un beso procurando realizarlo de otra forma (adoración desde el lugar en el que está cada fiel, tocar la cruz y sanitizar el lugar que se toca, recorrer con la cruz el templo mientras los fieles adoran de rodillas, entre otras).
Por último los invitamos a unirnos al pedido del Santo Padre de rezar por la paz y por las víctimas de las guerras. Como plantea la referida nota del Dicasterio, cada obispo diocesano “puede permitir o mandar que se añada alguna intención especial”, en la oración universal del Viernes Santo, por lo que podría ser una buena ocasión para rezar juntos por esta situación. Como modelo para esta oración, les dejamos la siguiente propuesta:
XI. Oremos también por la paz en el mundo, especialmente para que cese la guerra en Ucrania, se respeten los derechos humanos de quienes están siendo martirizados por la crueldad de la violencia y que todos se dispongan a buscar el entendimiento a través del diálogo.
Dios todopoderoso y eterno que diriges los corazones para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano y los pueblos busquen la concordia te suplicamos que por tu acción poderosa el perdón venza al odio, la indulgencia a la venganza y cese la guerra y la violencia en el mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
-Que las próximas fiestas pascuales nos renueven en la fe y podamos descubrir al Resucitado que camina siempre con nosotros.
Mons. Ariel Torrado Mosconi.