Cuando el vino se convierte en mala palabra

Por Pablo Pérez Delgado

Un comienzo. Empezamos a analizar las campañas que se vienen

“El vino se enfrenta a una importante amenaza que pone en riesgo su futuro debido a un creciente movimiento anti-alcohol que busca demonizar las bebidas alcohólicas y deslegitimar su consumo. El consumo responsable y moderado de vino se está viendo estigmatizado por la progresiva eliminación de la distinción entre lo que es el abuso de alcohol y el consumo moderado de vino dentro de un estilo de vida sano y equilibrado.
Debido a la difusión de información y datos científicos incompletos o sesgados, esta visión restrictiva está repercutiendo progresivamente en las normativas de todo el mundo y está generando la imposición de un marco jurídico desproporcionado e injusto que comprende medidas como prohibiciones de publicidad, políticas fiscales restrictivas y advertencias sanitarias en el etiquetado, poniendo en riesgo la sostenibilidad a medio y largo plazo del sector vitivinícola y de las comunidades rurales en las que se asienta.”
Así comienza la declaración de principios de Vita e Vino, que defiende la cultura del vino y la convivencia. Hay tres objetivos en marcha: proteger el papel del vino como parte inherente de la cultura, la historia y la gastronomía en Europa y su patrimonio cultural, valorar y reconocer su impacto socioeconómico y darle voz a la moderación y a aquellos que lo disfrutan de manera responsable en todo el mundo
Argentina se suma a esta movida y Conexión Agro de Radio Nihuil, convocó a tres importantes voces de la cultura vitivinícola para comenzar a dar la discusión.
Sergio Villanueva, Gerente del Fondo Vitivinícola, el expresidente de la Asociación de la Sommelerie Internacional y emprendedor Andrés Rosberg y el reconocido enólogo Ángel Mendoza motorizaron la charla.
Destacaron que la estigmatización del vino va a contrapelo de la industria alimenticia mundial, que avanza de manera muy fuerte con los ultraprocesados, que realmente provocan serios problemas de salud.
La contraparte la plantean desde Europa y el puntapié inicial lo da Irlanda, que reclama que en 2026, en las etiquetas de los vinos figure la leyenda: “Este producto provoca cáncer”.
La Paradoja Francesa, los consejos del Dr. Favaloro y los estudios de científicos argentinos con los equipos del INTA, fortalecieron al vino como un aporte a la salud. Sin embargo, el progresismo woke atacó de nuevo y promovió leyes como la de Tolerancia Cero, donde señalaban muchos que el autocontrol no es posible. Tiene que ser el Estado el que te controle lo que tomás, sostiene Sergio Villanueva.
Y agrega que cuando se promocionó la Ley de Uso de Jugos Naturales, una empresa importante de gaseosas boicoteaba minuto a minuto la posibilidad de endulzar con un producto natural. Lo particular, subraya Villanueva, es que esos directivos estuvieron y están ahora en la industria vitivinícola.
Villanueva sostiene que “todo lo que la industria alimenticia no puede masificar y buscar la escala, es como un enemigo. El vino, en ese caso, es un enemigo.”
Ha llegado el momento de la reacción y bueno, lo que apareció ahora como la declaración de Vitae Vino, que de alguna manera rescata el tema cultural, el tema social, el tema del enoturismo.
Andrés Rosberg va al punto de manera directa y dice: Esta movida no es inocente. ¿Si demonizamos al vino, cuál va a ser la alternativa? ¿Qué va a tomar la gente en el restaurante? ¿Va a tomar gaseosas? Todo, evidentemente con productos controlados por multinacionales del alimento. Está claro que no te quieren comiendo verdura fresca y comida sana. Las grandes tecnológicas te quieren conectado todo el día, las multinacionales de los armamentos te quieren en guerra, y los laboratorios te quieren enfermo.
Y añade Rosberg: Acá hay un movimiento anti alcohol global que amenaza el futuro del vino que lo que hace es confundirnos. Lo que hacen es estigmatizar el consumo moderado de vino mostrándote la foto de la gente que abusa. La inmensa mayoría se toma una copa de vino, dos copas de vino.
Los países en el mundo que tienen menor tasa de accidentes viales tienen límites de 0,5%, 0,7%. Realmente no se justifica la tolerancia cero desde la estadística a nivel global. Es más fácil pasar una ley que arreglar las rutas de la Argentina.
Se suma al debate el enólogo de larga trayectoria Ángel Mendoza, que muestra su preocupación por la demonización del vino, que dice, pone en juego miles de millones de dólares en el negocio mundial y más de dos millones de trabajadores directos de la industria.
Mendoza sostiene que nos vamos a tener que acomodar y defender mucho al vino como una razón cultural y de convivencia. Tenemos que ponernos todos, por eso todos deberíamos firmar la declaración de Vita e Vino (https://www.vitaevino.org/es/) auspiciando esa defensa al vino, a romper estos mitos.
El enólogo destaca a la Dra. Laura Catena, que a través de la plataforma “In Defense of Wine”, acumula todos los datos médicos y científicos que acompañan al vino y la salud con moderación y con inteligencia.

-Y cerramos con la declaración de Vita e Vino

Se ha lanzado una campaña en apoyo a la cultura y el consumo moderado del vino para dar voz a los ciudadanos, los consumidores y la gran comunidad vitivinícola. El eje de la campaña es esta Declaración, que busca unir a todos los consumidores que disfrutan del vino con moderación en todo el mundo, y a las comunidades vitivinícolas que trabajan con esmero, responsabilidad y pasión para desarrollar y preservar la cultura del vino, permitiéndoles registrar y hacer público su apoyo a estos valores.
La firma de esta Declaración es un paso importante en la defensa del lugar legítimo y sostenible del vino en nuestra sociedad, y en la obtención de reconocimiento del importante papel socioeconómico que el vino desempeña en nuestra economía, entorno rural y en nuestra cultura.

(Vinoteca La Bodega)

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