-Por Gonzalo Ciparelli

La desilusión es una de las etapas en la construcción del amor. En esta etapa uno comprueba si realmente está enamorado o no, por varios motivos que creo son necesarios aclararlos para no dejarlos en un simple pensamiento espontáneo. La desilusión llega cuando entendemos y comprobamos que la otra persona no es perfecta como la vemos en la primera etapa, la del enamoramiento, sino que tiene sus defectos y errores. Obviamente existen defectos sanos e insanos, y los que más van a tener repercusión son los insanos y lamentablemente cuando la otra persona nos desilusiona y nos duele, ya no hay retorno, algo se rompe y la confianza que parecía incondicional, nos hace entender que tiene límites.
El problema es cuando frente a la desilusión decidimos continuar con la persona, algo que ya es responsabilidad nuestra obvio, pero que tiene que ver con nuestras esperanzas. Ir hasta el final con una persona no sé si es virtud o defecto, pero habla bien de nuestra capacidad de apostar. La desilusión se torna más intolerable cuando quien nos desilusiona no se hace cargo de su error y rápidamente busca pretextos para hacernos sentir culpables a nosotros mismos; y como queremos a la otra persona, nuestras capacidades intelectuales lógicas están en desventaja, porque entendemos muy bien que no se puede amar con la cabeza, y tomamos inocentemente el lugar de culpable. Un error, obvio, que luego se va aprendiendo con las demás relaciones.
Es difícil irse, pero siempre hay q entender que quien falla primero y no se hace cargo, ya no merece más la aceptación del otro que se estaba enamorando, porque si continuamos y desilusionados, ya no hay magia en el amor ni retorno como antes mencioné. Apostemos a alguien, pero cuando llegue una desilusión grande que nos desestabiliza, debemos tomarla como síntoma suficiente para decir chau a la persona, y decirnos hola a nosotros mismos. La razón de saber irse, es que el desilusionado ya no vuelve a ser la persona que era, porque además de desilusionarse, se rompe la etapa del enamoramiento.

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