El análisis de la nueva ley de Fortalecimiento de Espacios Culturales por los representantes de Espacio Simone

– Sabrina Sánchez: “Hay una cuestión que es innegable y es que la cultura es una herramienta de transformación”.

– Juan Manuel Palmares: “Esta ley también es espectacular porque aparece la cultura en las periferias”

La Provincia de Buenos Aires reglamentó la nueva ley de Fortalecimiento de Espacios Culturales, una normativa que viene a cubrir un vacío legal existente respecto a los proyectos culturales independientes en el territorio bonaerenses. Para conocer detalles y el alcance de la misma, dialogamos con Sabrina Sánchez y Juan Manuel Palmares, quienes en su momento impulsaron “Espacio Simone”, un lugar que permitió a los artistas locales de diferentes disciplinas, llevar adelante la presentación de sus trabajos.
Consultada sobre la reglamentación de la ley de la Provincia de Buenos Aires de fomento a espacios culturales, Sabrina expresó que era un avance significativo frente al marco existente, “principalmente para la protección de los espacios culturales independientes, por el tema de las habilitaciones que siempre fue un problema y una traba para estos centros”, dijo mientras citaba como ejemplo su propia experiencia con Espacio Simone y las dificultades para habilitarlo por la municipalidad por aspectos como cantidad de gente, si se ofrecía comida, los aspectos vinculados a la nocturnidad, el ofrecimiento de talleres, entre otros. “Generalmente los centros culturales se brindan en casas, son sin fines de lucro y se hacen a pulmón, se terminan abriendo casas y eso para la habilitación, siempre fue un problema”, comentó.
En relación al financiamiento que establece esta ley, mediante la línea denominada “sembrar cultura”, Juan Manuel comentó que la ley acompaña a los centros culturales y a las salas de teatro independiente también, en la regulación y habilitación del espacio, cumpliendo con la normativa de salidas de emergencias, baños, entre otros aspectos.
“Lo que pasa con los municipios en general, es que, al no tener la figura de Centro Cultural, aparecen escuelas de arte de mediana y pequeña escala, que ese uso no es, digamos, compatible con otros usos como un show nocturno, o una feria de comida, o una feria de emprendedores. Son diferentes usos que de repente en un centro cultural se mezclan todos. Lo espectacular que tiene esta ley, es que habla de espacios no convencionales, experimentales y multidisciplinarios. Esto es importantísimo porque en un mismo lugar pueden pasar muchísimas cosas a la vez, sin la necesidad de tener una habilitación para gastronomía, una habilitación para un evento nocturno, etc.” dijo Palmares.
Explicó además que esta ley, expande las disciplinas, ya que no habla de arte convencional solamente, como las tradicionales, ya que incluye performance, instalación, entre otras. La ley también permite que las actividades se realicen en cualquier lugar de la casa, explicó Sabrina y dijo “Eso te da la apertura, es un espacio experimental, va más allá de un sitio donde se reúne gente que le gusta la cultura y el arte”.

LA PANDEMIA Y EL IMPACTO EN ESPACIO SIMONE

Consultado sobre cómo fue para el centro cultural Espacio Simone la salida de la pandemia y el impacto duro que ésta le provocó al proyecto, Juan comenzó expresando “Fue, la verdad, un proceso largo de ver que se hacía. Empezamos haciendo cosas por streaming, donde la gente dejaba un aporte al principio y después nos tuvimos que asociar con los gastronómicos con bares y cervecerías porque ellos sí empezaban a abrir y podían comenzar a meter gente con mesas separadas y empezamos a gestionar desde ahí en conjunto”.
Por su parte, Sabrina expresó “Sin querer tomar partido de una cuestión de egos, nosotros en la pandemia, creo que nos fortalecimos mucho como grupo y como gestores a la vez. Nos llevamos muchas sorpresas hermosas, sobre todo para los artistas, era brindarles un espacio que casi no tenían en ese momento. Los gastronómicos estaban haciendo malabares con sus cuestiones en la pandemia y nosotros le veníamos a proponer esto, que agradecemos siempre a quienes estuvieron, a Ernesto, también Artuzo que siempre nos ofreció el espacio. Vinieron bandas de Chivilcoy, por ejemplo, a presentar discos acá, en nuestro evento, porque no lo tenían permitido en otros lugares”.
Sabrina explicó que al momento de salir de la pandemia había mucha voluntad por realizar cosas. “Ahí fue un pique hacia la realidad que se venía después de eso que era prepararnos con todo lo que teníamos. La pandemia creo que fue un momento de fortalecimiento total”, comentó.

REALIDAD Y PRÓXIMOS PASOS DE ESPACIO SIMONE

Consultados sobre los próximos pasos, Juan planteó que a partir de las posibilidades que genere esta ley evaluarán que piensan hacer y expresó “Ahora hay una normativa de nocturnidad que, si vos comparas las dos, es imposible hacerlas convivir. Ahora los bares tienen prohibido que vayan bandas a tocar hasta cierta hora, por cuestión de los decibeles”, a lo que Sabrina acotó “Como si hubiésemos vuelto a la época de la pandemia, hay que salir tempranito para que a las tres de la mañana esté todo en silencio”.
Juan planteó que, frente a esta situación, deberán evaluar si pueden funcionar para volver a gestionarlo. Recordó, por ejemplo, que ellos organizaban fechas en Artuzo, el cual tuvo que cerrar por estas cuestiones como decibeles y la nocturnidad, lo que los llevó a tener que detener en enero todos los proyectos que venían programando.

LA CULTURA COMO UN ESPACIO DE TRANSFORMACIÓN

Al preguntarle por qué consideran que es tan difícil sostener proyectos de arte y cultura independiente en el interior, desde una mirada de políticas públicas y gestiones municipales de la provincia, Juan contestó “Me parece que son las diferentes gestiones, que en su medida acompañan. El municipio hace un año hizo un censo de gestores culturales y artistas. ¿Eso para que lo hace? ¿Llamaron a alguien? ¿Está laburando la gente ahí? Más allá que trabajamos 8 horas para llenar la heladera y después queremos ir a tocar a un lugar, queremos exponer, también necesitamos que esto se formalice y se convierta en un trabajo”.
Agregó “Los artistas y los gestores culturales hacen un trabajo importantísimo en las comunidades y en la sociedad. Esta ley viene un poco a hacer eso, a empezar a profesionalizar y a formalizar estos laburos, porque si vos vas a un centro cultural capaz que tenes 10 profesores en una semana dando talleres y eso es un trabajo como cualquier otro”.
Por su parte Sabrina manifestó “Creo que nunca sé es inocente desde esas elecciones, porque por ahí muchas veces pecamos de decir, ´bueno porque no entienden´, pero hay una cuestión que es innegable y es que la cultura es una herramienta de transformación. Que los municipios no hagan nada y prefieran un pueblo dormido, prefieran que la gente se quede en sus casas escuchando el noticiero. Eso habla de un pueblo con el que yo, desde que volví, reniego y es con el que decís dale, hace 10 años que estoy remando en dulce de leche y bueno porque no sé vivir de otra manera. Pero no es una cuestión de miran para otro lado porque no se dan cuenta”.
Juan Palmares comentó entonces “Hay también una cosa con la centralidad de la cultura, como que todo empieza a pasar en cuatro paredes acá enfrente de la plaza. Esta ley también es espectacular por eso, porque empiezan a aparecer las periferias, salitas de teatro en toda la ciudad, es un ideal en mi cabeza. Pienso en un circuito cultural, donde la gente de los barrios empieza a ocupar otros lugares dentro de la cultura. Hay gente que no conoce el teatro Constantino, esto es una realidad, porque vive allá en una casa de tierra, porque vive lejos.
Esperemos que, con esto, empiece a cambiarles el panorama y ojalá que el municipio, la gente del municipio, lea esta ley y empiece a acompañar realmente a todos los centros culturales y a todos los que quieran abrir un espacio en un garaje, a dar un taller de cerámica”.