El campus es una obra artesanal hecha realidad por los excelentes futbolistas de Mar del Plata

Por Facundo Alvanezzi

Hay una definición exquisita de Piaget para definir el juego: El arte de combinar imágenes sensoriales aprendiendo a balancear todo tipo de conductas en el ejercicio de la inteligencia en su máxima expresión, es la tarea lúdica progresiva de jugar aprendiendo en continuidad.
Aquí me adentro en la tarea educativa e instructiva que me ha conducido a realizar una labor pormenorizada y abarcativa. Analizo que el potrero llevado a su encumbrado prestigio bien ganado, me sirve y nutre de plataforma integral de desarrollo universal, para qué estimulados los niños y jóvenes futbolistas, alcancen sus sueños de gloria definida.
Con inmensa emoción describo el paisaje estimulante con que estamos transitando el camino de la enseñanza evolutiva en sus cimientos no consolidados por el poco tiempo de desarrollo: (finalizamos la primera semana) recientemente.
Estamos labrando un juego complejo y variado con incipiente crecimiento en los entrenamientos de orden técnico y posicional.
Allí centro toda mi experiencia profesional habiendo recorrido el Mundo para que la evolución entre jugador-jugadores, la pelota, los espacios, las pausas, la motricidad viva, la asimilación y transferencia (todas diferentes) vayan generando un clima sostenido de la técnica como instrumento de arquitectura maestra.
Los futbolistas están llevando adelante una labor de extrema sensibilidad pasando por todas las variables posibles de cara a sus futuros muy prometedores. Ello lo remarco no aventurándome a qué sus evoluciones sean ya, todo lo contrario, les dejo mucha libertad para qué maduren pacientemente.

-El campus está siendo evaluado como una obra artesanal en franca ejecución.

Focalizamos la atención en la mejora técnica, amplificada en todos los aspectos con brillantes resultados.

La explosión de júbilo qué percibo en todos los chicos, nos compromete en la labor apasionada de ayudar a crecer intencionadamente en sus desarrollos.
Tenemos un núcleo plural de jugadores de la élite de los clubes de la ciudad, qué nos induce a facilitar la formación-formando y no comandar sólo con las órdenes.
Creo fervientemente que la tarea docente ejerciendo la docencia nos llevará en el análisis final del campus a nivelar y multiplicar el talento, allí encontrarán respuestas individuales y colectivas en sus respectivos clubes de cara a la competencia oficial.
Hago mención de lo promisorio del campus de verano, porque interactuamos inteligentemente la técnica global, los manejos al piso, la diferenciación entre un rondo, un rombo, un triángulo, un diamante, los diversos juegos de posesión y conservación, la comprensión de los pases intermedios con la pausa orientada a los pases subsiguientes, y todo un bagaje de incorporación excepcional de posturas acordes al juego moderno, jugando siempre al ras del piso (ello multiplica el pensamiento dónde más tránsito de piernas hay para filtrar los pases en sucesión).
Intento como orfebre universal, seducirlos de entrenar artesanalmente «todo» con la pelota, los espacios, las conducciones (todas en diferentes distancias) y la inmensa gama de juegos qué ejecutan cotidianamente.
Es por lo mencionado qué en el gran número de participantes, la globalidad no es afín a un mismo pensamiento y actuar por la sencilla razón, de la disparidad de edades y evoluciones sociales y culturales.
Motivo por el cuál mi experiencia me orienta y me ofrece respuestas intelectuales para estar a la altura de dicho Campus con mucha responsabilidad y profesionalidad.
La calidad del mensaje progresivo es el vértice dónde nos apoyamos cotidianamente. Desde allí, están los futbolistas qué entienden el significado de aprender con libertad, y la contrariedad de aquellos otros de no saber qué hacer con la libertad…
Sustento mi enseñanza en grandes Maestros del fútbol mundial, ellos son por citar algunos: César Menotti, Jorge Valdano, Francisco Maturana, Arrigo Sacchi, Pep Guardiola, Johan Cruyyf, Guillermo Amor, Pablo Blanco y un largo etcétera.
Debo mencionar al staff de formadores con gran satisfacción por la labor que desempeñan.

ELLOS SON:

-Damián Marcos, generador de ilusiones tangibles y un valor irremplazable en la constitución del campus. Sin su empuje esto no hubiese sido factible.
Sebastián Larralde organizador incansable hasta en los detalles más pequeños, gran punto de apoyo donde descansa mi ilusión.
-Lucas Longo formador especifico de los defensores de prometente futuro y vital apoyo dónde descansa mi enseñanza.
-Lucas Simón entrenador de los atacantes, incorporación de lujo por su gran capacidad para enseñar en un puesto tan difícil. Prominente futuro para él también.
-Sebastián Nieto entrenador de los arqueros, gran persona y profesional dónde los chicos encontrarán sólo sabiduría.
-Mathias Bidegain, Lucas Angulo, Agustín Díaz, Cristian Sampirisi y Frango Sango, todos jóvenes creativos desarrollando una excelente faena para qué este campus pueda funcionar, de lo contrario, sería inviable.
-Alejandro Almirón y Mauro Bianchi, emblemas de la información y difusión de las redes y comunicación estratégica del campus, dos grandes profesionales.
Mi definición aproximativa, es qué él Campus actual (240 jugadores) ha superado mis expectativas deportivas dejando las puertas abiertas para continuar.
Son muy interesantes las requisitorias para que sigamos: en ese camino estamos para avalar y satisfacer un deseo manifiesto de muchos y anhelado por nosotros.
El Campus es el producto de sueños compartidos entre jugadores, formadores y padres en general que hicieron posible tamaño logro.
Mensaje final: Acunemos la esperanza de una enseñanza depurada y virtuosa donde la paciencia sea el vértice más brillante.

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