El impacto de la sequía más allá de la coyuntura

-Comisión de Ambiente y Desarrollo Territorial. UCR Bragado

Ing Pedro de las Barreras

Este fenómeno natural al que llamamos SEQUIA y que hoy nos convoca por su persistente aparición en los últimos años, es uno de esos que nos afecta a todos fuertemente y en todas las actividades humanas.
Para dimensionar su verdadero alcance en una población como la nuestra, en la que su principal objeto de creación de riquezas es la producción agrícola, lo que es aún más complejo, la sequía, como fenómeno socioeconómico, comienza lentamente.
-Sin despertar mucha atención, paulatinamente se convierte en una verdadera pandemia, con la muerte de peces, la aparición de insectos atípicos, la caída de la producción etc. Perjudicando así, todas las áreas de desarrollo de nuestra comunidad.
Su primera expresión es la falta de agua, que en nuestra región se da por períodos prolongados sin lluvias. Continúa con una reducción fuerte de las corrientes superficiales, la reducción de los espejos de agua, el aumento de la temperatura y la caída del nivel freático. En todos los casos se ve desaparecer el esfuerzo de años de trabajo, coartando el medio de sustento de miles de familia.
Hasta aquí todo ocurre a la vista, pero hay un estadío subsiguiente que son las consecuencias que arrastra este fenómeno, después incluso de la llegada de las lluvias, debido fundamentalmente a las transformaciones realizadas en el ecosistema, cumpliendo con la frase de “todo fenómeno natural ocurre súbitamente, pero sus consecuencias tardan mucho tiempo en desaparecer”.
-Es aquí donde tendríamos que empezar a hacer un inventario de fenómenos naturales que tienen que ver con las condiciones del planeta, que se comportan de forma cíclica, que ocurrieron desde siempre y que se les ha dado el nombre de NIÑA y NIÑO. Pero estos eventos son bien conocidos y no quisiera hacer un ensayo científico de esto, por el contrario, quiero explicarme una pregunta más simple y que nos hacemos de todos los días, ¿qué pasa que ahora lo notamos y antes no?
Para dar respuesta a esta pregunta es necesario primero decir que en el aumento de las intensidades de la sequía y su recurrencia es consecuencia directa de la acción desordenada del hombre y su proceso productivo, es una realidad que estos procesos naturales se han hecho cada vez más intensos y es por esto que esta temporada de seca se expresa más virulenta que en otros periodos. A modo de ejemplo cito el Quinto Informe de Evaluación (AR5) documento redactado por El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) constituido entre otros organismos por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente ….. “El cambio climático inducido por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. Hay evidencia que los cambios observados en extremos como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, son producto de la acción del hombre”.

  • Lo que podemos concluir, “Estos fenómenos no lo creó el hombre, pero si los agravó.
    Haciendo un poco de historias sobre este fenómenos que ya nos afecta hace algo más de 3 años, aunque difícil, ya que esta es la 8va más fuerte desde que se tienen registros en Argentina y la Provincia de Buenos Aires, nos tenemos que referir a la sufrida a principios de 2018 (por solo citar uno, por su similitud con el actual.
    -Hace apenas cuatro años, y generó una caída del PBI del 2,5% (al igual que las estimaciones para este año). La producción agrícola cayó un 32% interanual y del lado de la demanda, las exportaciones se contrajeron más del 8%. Otro ejemplo es la sequía de la campaña 2008/2009, en esa ocasión, la pérdida de producción representó más del 40% y la caída representó casi el 80% de la recesión de ese año.
    -En la Argentina el sector agropecuario, motor de su crecimiento económico representa el 8,7% del PBI aproximadamente y un 60% promedio de las exportaciones, pero como estamos viendo es particularmente vulnerable como ningún otro, a las inclemencias del bioma, como las lluvias, los vientos, el granizo, la temperatura, los deshielos, etc.
    En este tercer año consecutivo que nos azota el fenómeno climático de La Niña y sobre todo en el último semestre de 2022, siguiendo el patrón de aumento de la intensidad, la falta de precipitaciones se agudizó, provocando severos daños en las principales producciones. Por ejemplo, la cosecha de trigo culminó en 12,4 millones de toneladas, 10 millones de toneladas menos que en el ciclo anterior, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
    Insistiendo con las consecuencias de esta etapa que nos convoca de “POST SEQUÍA”, tenemos que empezar por entender que no son de igual manera fácilmente cuantificable, ya que entre otras cosas se extenderán al menos tres a cuatros ciclos productivos más, con la consecuente minoración de los rindes y un aumento de los costos ya sea en fertilizantes, estabilizantes, insecticidas, combustibles, etc.
    -El hombre habita un ecosistema cerrado llamado tierra pero que cada 10 años se incorporan mil millones de habitantes, quedando claro que el “CONSERVACIONISMO”, si bien es importante, sembrando plantas como sumidero de carbono o reciclando distintos tipos de materiales, etc, es solo una de las bases para el futuro que todos queremos. Aunque es cierto que es la más difundida e irruptiva, para completar nuestras metas, es imprescindible continuar nuestros esfuerzos con otras dos bases principales para el desarrollo territorial, “INNOVACIÓN” y “EFICIENCIA”. -Hoy se consume en exceso combustibles fósiles, generando Gases de Efecto Invernaderos por encima de la capacidad de auto generación del planeta. Se necesitan nuevas fuentes de energías renovables más eficientes y productivas, fortalecer los procesos productivos circulares, también se necesita nuevas especies resistentes a estos eventos y que generen más rinde (tecnología en la que somos referentes), y una política impositiva que generes fondos anti cíclicos, entre tantas.
    -Es necesario ejercer a tiempo por parte del estado Nacional y Provincial políticas y acciones que conlleven por un lado mitigar los daños puntuales y por el otro que nos preparen para el día después. En una economía como la nuestra llena de intervenciones y regulaciones los beneficios se aminoran fuertemente ya que se pasan los ingresos del productor privado al estado, dejando al mismo indefenso.
    -Es aquí donde, a pesar de todo este esfuerzo realizado por los productores, quedamos siempre desamparados, manteniendo un estado deficitario que invierte mal y gasta peor y que considera al campo como enemigo.
    Por solo nombrar algunos ejemplos que grafican este escenario diríamos en primer lugar, que desde el ministerio de economía de la nación después de fuertes reclamos por parte de diferentes sectores, se ha ofrecido una ayuda que apenas llega al 3% de lo retenido por el impuesto especial o mejor dicho perverso, llamado retenciones, demostrando un grado de insensibilidad hacia este fenómeno y su alcances, sin comprender que la sequía va más allá de lo puntualmente económico y que no es un problema temporario.
    -Es imperioso por parte del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nación la “Declaración de Emergencia” de las zonas afectadas, de tal manera de poder contar con un plan de contingencias. La provincia, por su parte y solo a modo de ejemplo repito, a pesar de contar con un ministerio de ambiente, en su informe anual no se refirió en lo absoluto al tema, ignorándolo completamente a esta sequía, una de las más fuerte y prolongada desde que se tienen, registro.
    -Por otra parte, ha demostrado una incapacidad total para crear alertas y adelantarse a las inclemencias ambientales, desde el manejo del fuego, hasta la sequía, pasando por los espejos de agua, ríos, humedales, etc.
    -En todo este tiempo no se ha generado por parte del ministerio una sola medida encaminada a mitigar los daños, ya sea con créditos, financiación de insumos, etc. Y estamos refiriéndonos propiamente desde el punto de vista ambiental y no agropecuario.
    Al pobre entender de cualquiera de nosotros podríamos decir que no contribuimos a un ambiente sano si solo mantenemos lo existente y no generamos usinas necesarias para la innovación y la eficiencia en el sector.
    -Para finalizar me gustaría hacer referencia a dos políticas públicas relacionadas entre sí y aunque entendemos que son complejas por el reordenamiento general que conlleva para la provincia y el país, serian el hilo central para crear sensibilidad al respecto y de alguna manera mantener una atención activa hacia la problemática ambiental y que de una vez por todas se vea que la lucha por un ambiente sano ya no solo como una necesidad del hombre, sino que económicamente es necesario.
    La primera de estas dos políticas sería el cumplimiento de la ley de autonomía municipal totalmente central para la toma de decisiones de los gobiernos distritales, es necesario e imperioso empoderar a los municipios y dotarlos de los recursos necesarios, ya que ellos son los que luchan día a día con estas adversidades y los que tienen más conocimientos y responsabilidades de las necesidades del territorio,
    -Por otro lado, y de igual manera, es necesario volver a traer a la discusión pública el proyecto de división de la provincia de Buenos Aires para corregir los efectos paquidérmicos que expresa año tras año.
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