Esclerosis múltiple: destacan las demoras en los accesos  al diagnóstico y el tratamiento

Profesionales de todo el país resaltaron que, entre otros problemas, el sistema de salud argentino puede presentar barreras adicionales para el acceso oportuno a la atención que requieren las personas con EM.

Esclerosis múltiple: destacan las demoras en los accesos  al diagnóstico y el tratamiento

El diagnóstico temprano y el acceso precoz al tratamiento son claves en la EM.

En el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM), que se conmemora el 30 de mayo, la Asociación EMA (Esclerosis Múltiple Argentina), realizó recientemente una encuesta a profesionales de 12 centros de salud de distintas zonas de Argentina para conocer el acceso efectivo al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de personas con EM. Los resultados del relevamiento reflejan los contrastes entre los avances científicos y los obstáculos estructurales del sistema de salud.

Uno de los hallazgos más notables es la demora en la obtención de turnos con neurología y en la realización de estudios diagnósticos como resonancias magnéticas. La mayoría de los centros reportó esperas de hasta un mes, pero en varios casos estas demoras se extienden a tres meses o más.

“Sabemos que el diagnóstico temprano y el acceso precoz al tratamiento son claves para mejorar el pronóstico. Cada mes que se pierde puede significar una oportunidad menos de evitar el avance de la enfermedad”, afirmó la neuróloga Adriana Carrá, especializada en enfermedades desmielinizantes y directora médica de EMA.

El sistema de salud argentino, con su compleja estructura y procesos administrativos, puede presentar barreras adicionales para el acceso oportuno a la atención que requieren las personas con EM. Algunos profesionales encuestados señalan que muchas veces los médicos de guardia no están capacitados para identificar cuadros de esclerosis múltiple y que las obras sociales y prestadores tienden a fijarse en el costo de los medicamentos sin comprender la verdadera dimensión de la enfermedad.

Esfuerzos

“Los profesionales de la salud y especialmente muchos de los neurólogos que trabajan específicamente con enfermedades desmielinizantes, hacen un gran esfuerzo para poder brindar turnos de manera más ágil y conseguir turnos para estudios y otras especialidades”, afirmó por su parte la neuróloga Susana Liwacki.

“La EM es una enfermedad poco frecuente, y esto hace que muchas veces sea malinterpretada o subestimada en los distintos niveles de atención, lo que hace que necesitemos más capacitación “, sostuvo, en tanto, el doctor Ricardo Alonso.

La rehabilitación es parte del tratamiento de la EM, y su acceso temprano y sostenido es fundamental. Sin embargo, “a nivel nacional hay pocos centros de rehabilitación municipales y los que hay están colapsados. Aquellas personas que no tiene cobertura médica tienen que esperar al menos tres meses para acceder a alguna terapia de rehabilitación”, informaron desde EMA.

La carga no es solo física. Las demoras, las gestiones ante las obras sociales y prepagas y la necesidad de trámites constantes suman un fuerte componente de angustia y desgaste emocional. “Estamos hablando de personas jóvenes, en edad laboral activa, muchas veces con hijos, que terminan atrapadas en la burocracia del sistema. Cada demora no solo pone en riesgo su salud, también les roba tiempo, energía y bienestar emocional a ellas y sus familias”, señaló por su parte Alejandra Martínez, jefa del servicio de Esclerosis Múltiple del Hospital Posadas y parte del equipo del Hospital Británico.

“Argentina cuenta con profesionales de alto nivel y opciones terapéuticas que hace una década eran impensadas. Sin embargo, los problemas de acceso, la falta de formación generalizada, la escasez de centros de rehabilitación y la descoordinación entre subsectores del sistema de salud limitan los beneficios que podrían alcanzar muchas personas con esclerosis múltiple. Hoy, mejorar la calidad de vida de las personas con EM en Argentina es posible. Lo que falta es voluntad para que el sistema esté a la altura del conocimiento y los recursos disponibles”, concluyó la doctora Carrá. (DIB)

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