Juegos Bonaerenses: cada vez más personas trasplantadas se suman al evento del deporte y la cultura
-Cada año la cantidad de inscriptos en el evento crece: en 2023 participaron 84 personas y hoy ya son 140 los deportistas trasplantados anotados
Cada 23 de agosto se celebra en la provincia de Buenos Aires el “Día del Deportista Trasplantado”, fecha elegida en conmemoración de los XX Juegos Mundiales de Trasplantados, que se realizaron en Mar del Plata en 2015, y que congregaron a cientos de deportistas que compitieron en atletismo, natación, ciclismo y tenis de mesa, entre otras disciplinas.
En 2022, la Provincia incorporó por ley la categoría “Personas Trasplantadas” a los Juegos Bonaerenses, evento para el que este año se inscribieron unos 140 participantes, 56 más que en 2023.
“La actividad deportiva es un derecho de todos y todas, y los Juegos Bonaerenses son una gran política pública de la provincia de Buenos Aires, además de ser un espacio de promoción de la salud que genera oportunidades y que, en el caso de las y los trasplantados, permite visibilizar la calidad de vida que un trasplante puede ofrecerle a una persona”, dijo Francisco Leone, presidente del CUCAIBA, con motivo de la conmemoración de esta fecha.
La incorporación de esta categoría a los Juegos Bonaerenses, que organiza el ministerio de Desarrollo de la Comunidad a través de la Subsecretaría de Deportes, se convirtió en ley a partir de un proyecto colectivo del que participaron el CUCAIBA, la Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina (ADETRA), la diputada bonaerense Débora Galán e “Instinto Amateur”, el programa deportivo de Radio Provincia de Buenos Aires que se encarga de difundir y visibilizar el deporte inclusivo.
Esta ley reconoce a las personas trasplantadas que compiten en tres disciplinas: atletismo (1.500metros), natación (50 metros), y tenis de mesa.
Cada año, el número de personas trasplantadas en los juegos bonaerenses crece. De hecho, en 2023, se inscribieron 84 personas y hoy ya son 140 los deportistas trasplantados inscriptos. Esta iniciativa da cuenta de que el deporte es una herramienta de inclusión social, además de ser un hábito que promueve una mejor calidad de vida.
-La historia de Marianela
Marianela Resch fue diagnosticada con hepatitis fulminante en 2016. Por estos días entrena duro en el Paseo del Bosque de La Plata para llegar primera en la prueba de atletismo de 1.500metros de los 33º Juegos Bonaerenses.
“Nunca pensé en mi vida que iba a necesitar de un trasplante para seguir viviendo”, comenta, mientras entra en calor en el bosque de La Plata, lugar en el que entrena con regularidad.
El caso de Marianela es muy significativo, porque deja en claro que no hay que transitar una enfermedad para necesitar un órgano, ya que su hepatitis fue producto de un accidente laboral: “Me tocó a mí, como puede tocarle a cualquiera”.
Luego de algunos días, el 12 de mayo del 2016, fue trasplantada con éxito. Su recuperación fue asombrosa, tal es así que pudo recomenzar de a poco con los cuidados sugeridos por su equipo de salud casi todas sus actividades. Cuenta que desde que se despertó en la sala de terapia intensiva supo que todo lo que le había pasado “iba a ser el motor para continuar con su vida”. De ahí en adelante comenzó a buscar actividades físicas, ya que uno de sus objetivos en la vida a partir de su trasplante es “cuidar el órgano que alguien decidió donar para, de alguna manera, honrar ese gesto desinteresado”.
En cuanto a su vida, Marianela comenta que “es la misma que antes” y que con los cuidados recomendados entrena aún más, y que su único cambio fue el de tomar conciencia que “decidir ser donante de órganos puede salvar o cambiar la calidad de vida de alguien que lo necesite”. (DIB) ACR