La esquina de Urquiza y Roca será ‘El Rincón de Berzosqui’

• El Jueves el Concejo Deliberante aprobó el proyecto presentado por la edil Lilián Labaqui.
• Es un justo reconocimiento al poeta, escritor, periodista y vecino bragadense, Juan Atilio Berzoni.

El Jueves por la noche se desarrolló una nueva sesión del Concejo Deliberante, donde unos de los proyectos tratados fue el correspondiente a la Comisión de Cultura y Educación que portó el número 046/23, el cual correspondía a un proyecto de ordenanza bajo el título “Imposición del nombre de ‘El Rincón de Berzosqui’, a la intersección de las calles Urquiza y Roca”, el cual fue presentado en el recinto por la concejal Lilián Labaqui.
En su exposición ante los concejales y el público presente, Labaqui inició sus palabras manifestando: “voy a ser muy breve, porque así fue Berzoni en sus décimas, escrita por ahí en octosílabas, en las que, como decía nuestra vecina Gladys Issouribehere en su libro ‘Pequeñas historias de 100 años’, fue un agudo observador y analista de la realidad de la ciudad. Desde ‘El Rincón de Berzosqui’ en las páginas de La Voz, era como un vigía que nos ponía los claroscuros sobre lo negro, hablaba sobre lo cotidiano”.
Agregó; “Berzoni fue un personaje de Bragado, un poeta, un trabajador de nuestro hospital, un amigo. Todo lo exponía con tolerancia y respeto. Creo que es oportuno este homenaje, hacerlo donde él vivió. Agradezco a todos los concejales que acompañaron esta propuesta y también a la comisión de nomenclatura municipal, presidida por la secretaria de cultura, que se ha expedido favorablemente en esto. Invito a acompañar el proyecto, porque Juan Berzoni se lo merece”.
Finalmente, el Presidente del Concejo Deliberante sometió el proyecto a votación, siendo el mismo aprobado por unanimidad.

QUIEN FUE BERZONI

Quizás, algún bragadense aún no lo conozca, quizás las nuevas generaciones no han oído hablar de él, es por eso que es justo recordar quien fue Juan Atilio Berzoni, conocido afectuosamente como «Berzosqui» por sus vecinos y lectores y quien dejara una huella imborrable en el periodismo local y en la cultura bragadense. Durante muchos años, su espacio «El Rincón de Berzosqui» en el diario «La Voz», nombre que se le colocó a la esquina durante la sesión del Concejo Deliberante, fue el reflejo fiel de los sentimientos populares y el análisis certero de los hechos cotidianos de nuestra querida ciudad.
Siempre abierto al uso del lunfardo y la terminología gauchesca, Berzoni mostraba el costado cómico de todo y todos, logrando captar la vida que se deslizaba ante sus ojos. Sin embargo, su labor no se limitó a las letras impresas. Berzoni fue un hombre polifacético que dejó su marca en diferentes ámbitos de la comunidad bragadense. Durante años, se desempeñó como agente municipal en el Hospital Municipal San Luis, donde transitó desde la farmacia hasta ejercer como enfermero empírico.
Pero su verdadera pasión residía en las artes. Desde temprana edad, Berzoni demostró su habilidad en la poesía y la música. A los 18 años comenzó a componer letras y acordes de zambas y tangos, convirtiéndose en un eximio bandoneonista y formando parte de diversos conjuntos musicales. Fue autor de numerosos temas musicales y escribió más de cinco mil composiciones en su faceta poética, algunas de las cuales fueron recopiladas en sus publicaciones como «Berzosquis» (1969), «Berzosquis 78» y «Mis Humildes Versos». En su libro «Pequeñas historias de Cien Años», Gladys Issouribehere describe magistralmente cómo Berzosqui capturaba la esencia de la vida local con sus octosílabos risueños, críticos, mordaces y tiernos.
En su Rincón de Berzosqui en «La Voz», Berzoni se convirtió en un observador avezado de la cotidianidad bragadense. Siguiendo las palabras de Issouribehere, siempre encontraba el tema justo y, como un payador, rápidamente lograba la rima consonante que redondeaba la idea. Sus conclusiones, casi siempre, reflejaban la opinión del pueblo, y siempre las presentaba con su característico humor, ese fisgón que no pasaba por alto ningún detalle.
Juan Atilio Berzoni dejó un legado imborrable en el periodismo y la cultura de Bragado. Su pluma poética y su mirada aguda nos permitieron conocer nuestra propia identidad, reírnos de nosotros mismos y reflexionar sobre nuestra realidad cotidiana. Berzosqui, el amigo de todos, el poeta de la gente, seguirá viviendo en cada verso y acorde que nos regaló, en cada sonrisa que sus crónicas nos arrancaron.

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