La silla, el contenedor y como llevarnos bien entre nosotros

Desde el área de prensa de la Municipalidad recibimos esta imagen, la cual corresponde a un sillón de mimbre dentro de uno de los contenedores destinados a la recolección de papel en uno de los puntos verdes de nuestra ciudad.
La primera reacción que disparó a nuestra mente fue tratar de entender que lleva a una persona a no cumplir una regla básica, pues los contenedores son claros dicen papel, lata, plástico y vidrio. La segunda fue la de un niño o niña de meses de vida que se encuentra con un juguete de moldes e intenta colocar un molde cuadrado en un agujero redondo, con su madre tratando de hacerle entender la regla lógica por la cual un cubo no entra en un círculo.
Es que una silla en un contenedor que dice papel, es eso, es una norma social no asimilada por alguien. Alguien que quizá debamos intentar ayudarlo a comprender la importancia de la normalización de ciertas pautas para disminuir individualismos y mejorar como comunidad.

HABLEMOS DE LA NORMA
Las normas nos acompañan durante toda tu vida, en cada momento, o situación estamos adecuando nuestra conducta al cumplimiento de alguna norma. Estamos tan interiorizados con ellas, que lo hacemos de forma natural y sin pensarlo. Las normas forman parte de nuestra vida diaria.
La palabra Norma proviene del latín y se remite a una escuadra, si a la misma que utilizamos de niños para hacer los ejercicios de matemática, o que nos permite verificar los ángulos rectos en una obra. Es por esta misma razón que asociamos el concepto de norma con la idea de rectitud esperada en la conducta de las personas.
En el fondo las normas son una serie de modelos, patrones, reglas, ejemplos y criterios que seguimos o debemos seguir en los diversos aspectos de una comunidad. Podemos simplificar su idea afirmando que una norma no es más que una regla general sobre el modo de comportarse o de hacer algo.
Realizar una tarea siguiendo tal o cual consigna escolar, o cumplir con ciertas reglas en un trabajo, un chofer de remis debe conocer y respetar las normas de tránsito, estas son nociones de normas. Pero también lo son otras quizás no tan claras, como cuando practicamos un deporte respetamos las distintas reglas del mismo, o cuando escribimos que estamos respetamos una serie de patrones de trazados que permiten que nuestros textos tengan sentido.
La realidad es que existen tantas normas que intentar contarlas sería imposible, sin embargo, a lo largo de tu vida aprendemos e interiorizamos una gran cantidad de ellas, ya sean familiares, escolares, de amistad o comunitarias, las cuales seguiremos aprendiendo junto muchas otras por el simple hecho de convivir en sociedad.

SU RAZÓN Y SU ASIMILACIÓN
Al momento de intentar comprender su función, debemos comprender que desde el momento que decidimos ser una especie social, los humanos hemos ido incorporando las normas para garantizar una convivencia en un marco de respeto y estableciendo cierto grado de orden que nos permite vivir en comunidad. Es decir, cumplen una función reguladora del comportamiento humano.
Hacemos fila en la caja del supermercado para respetar el orden de llegada de cada persona, sabemos que cada uno de nosotros tiene que formarse detrás del último o la última en llegar. Entramos y salimos de las aulas de forma ordenada cuando suena el timbre. En estas y otras situaciones estamos aplicando normas que regulan nuestra conducta, pero también la norma define o delimitan situaciones, conductas o acciones y establece límites.
Ahora bien, teniendo en cuenta lo que está permitido hacer y lo que está prohibido, la normalización en una sociedad es el acto de la asimilación y aceptación de las normas, por parte de sus ciudadanos, con el propósito de agilizan acciones cotidianas. Al convivir con un gran número de personas, se crean determinadas regularidades en el comportamiento de las mismas. Es decir, que ciertas conductas se repiten frecuentemente, lo que nos permite anticipar las acciones de otros y a la vez tomarlas en cuenta para actuar en sociedad.
De esta forma, en la vida cotidiana debe existir una conducta esperada de los demás, hechos que agilizan muchas acciones del día a día. Es decir, nos permiten acelerar actividades y ahorrar tiempo. Si no existieran las normas, imaginemos el tiempo que ocuparía ponerse a discutir cada aspecto de cada situación al momento de realizar una actividad.
Es por esta razón que sacamos la basura antes de las 00:00hs. sabemos que luego de ese horario pasan a recolectarla. Pero también es la principal razón por la que una silla no puede estar en el recolector de papeles, porque obstaculiza la operatividad y a la larga nos perjudica como comunidad. Si cada uno de nosotros actuase como un niño que intenta poner cuadrados en círculos nos sería imposible compartir espacios públicos o llevarnos bien entre nosotros.

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