La Voz cumple sus bodas de diamantes

-60 años contando las historias de Bragado y construyendo las propias.

En el día de la fecha, nuestro medio se encuentra cumpliendo 60 años de historia. Fundado el 17 de diciembre de 1962, nuestro diario se encuentra en la calle, ofreciendo reflejar cada una de las historias que nuestra comunidad nos ofrece. Pero también son 60 años de un equipo de trabajo que, si bien ha ido cambiando a lo largo de los años, mantiene el mismo compromiso, o mejor dicho en tiempos mundialistas, tiene la camiseta bien puesta. Hoy queremos contarles esas historias que, en la redacción de “La Voz”, aparecen cada tanto y que tiene que ver con nuestra propia historia, la del equipo.

LOS LUGARES DE LA VOZ DE BRAGADO

La Voz de Bragado, contó con muchas sedes y cada uno de ellos entabla recuerdos. Nació en un local ubicado sobre calle Brandsen llegando a la esquina de Além, local que aún existe, para luego trasladarse hasta la calle Rivadavia al 1300, el cual es recordado por las personas más memoriosas de la comunidad, por la cartelera de noticias que tenía y por ser el punto de arribo de la carrera del TC donde se destacaba Scaramella.
Luego se instalaría en la galería Centenario, lugar recordado por la visita de Héctor Larrea desde donde realizaría un programa especial de nuestra ciudad para el aniversario de la Radio Rivadavia, junto a Carrizo desde la localidad de Villegas y Bravo desde San Pedro. Patricia Berzoni recuerda que cuando ella ingresó a trabajar al diario en el año 1977, lo hizo en este lugar y que en esa época Roberto Dematteis trabajaba en el Ferrocarril, en La Bragadense (cuando sus oficinas se encontraban en Gral. Paz y Barrera), lo que no le daba tiempo para llegar al diario, el cual estaba en ese momento en la galería Centenario. En ese contexto Patricia debía ir todos los días hasta La Bragadense a buscar los manuscritos de Roberto y llevarlos hasta las oficinas de la galería, los cuales eran entregados a Miguelito Magaldi, quien los llevaba hasta los talleres de La Voz, en esos años ubicados en calle Conesa llegando a 12 de Octubre, donde actualmente vive Gustavo Reyes, uno de los actuales armadores del diario.
Posteriormente nuestro medio se trasladaría hasta su local sobre calle Suarez, donde permanecería por varias décadas. Hoy nos encontramos instalados sobre calle Belgrano.

LA VOZ DE LOS MOMENTOS DUROS

Uno de esos momentos más difíciles donde el diario se vio obligado a informar a la comunidad y que, los más memoriosos de la redacción de “La Voz” recuerdan, fue el accidente de Médanos. No solo por la tragedia en si misma, sino por los medios que el diario puso en esos años, para estar en el lugar de los hechos.
Apenas conocida la información el director del diario Hugo Soto dispuso que dos miembros de nuestro matutino se desplazaran hasta el lugar de los hechos, hacia la ciudad de Médanos partirían como cronista Roberto Dematteis junto con el fotógrafo Menesse. Sería de hecho la primera vez que ambos integrantes de nuestro medio tomarían un avión para desplazarse hasta el lugar del accidente, donde volarían hasta Pehuajó, para luego dirigirse a Medanos siguiendo las luces de la vía.
De aquella cobertura, que quedaría particularmente marcada, Roberto, quien recuerda este hecho junto con el accidente de Mechita, recuerda la conmoción familiar que se viviría en el Hospital con los familiares de las personas que participaban del viaje. En ese sentido Roberto, explicó “no hizo falta hablar, sabíamos que no hacía falta hacer ninguna foto del lugar, era mucho el dolor como para retratarlo en una imagen”.

LA VOZ DE LA REGION

La Voz de Bragado fue cuna de múltiples matutinos en la región, desde los talleres locales se imprimían “La Voz de Chivilcoy”, “La Voz de Chacabuco” y “La Voz de Lincoln”. Quizás el más recordado sea el diario “La Voz de Chivilcoy”, el cual conoció la luz pública, el 2 de diciembre de 1968, siendo Diego Bernabé Rositto; el director en los primeros años para luego continuar su tarea Rodilver Alberto Bamonte. El matutino “La Voz de Chivilcoy”, presentaba un espíritu dinámico y renovador, proponía un “periodismo moderno, ágil y distinto”. Como decíamos se editaba, juntamente en “La Voz de Bragado”, siendo propietario de la empresa, el señor Hugo Soto y el corazón del medio Jorge Alfaro. De aquella experiencia, Roberto Dematteis recuerda que sin el compromiso de Jorge, no se hubiese sostenido semejante esfuerzo, resaltando que de hecho “La Voz de Chivilcoy”, desapareció al poco tiempo de su pronto fallecimiento.

CUANDO LAS FOTOS DE LA VOZ FALTAN POR OTRAS RAZONES

Unas de las anécdotas graciosas recordadas por toda la redacción de aquellos años, radica cuando en el año 73, se realizó un gran entierro en el Cementerio Municipal para despedir a un militar. Hasta el lugar se desplazaría uno de nuestros cronistas, quien realizaría su tarea y sacaría fotos a toda la ceremonia. En aquellos años las cámaras eran analógicas y registraban las fotografías en rollos para luego ser reveladas. La sorpresa llegaría luego al momento de entrar al cuarto de revelado y descubrir que la cámara no contaba con rollo. La situación se subsanó invitando al funcionario militar de mayor rango que había arribado a nuestra ciudad, de apellido Falconier, para que se acerque hasta el diario para realizarle una fotografía.

LA VOZ PRESENTE EN LAS FIESTAS DE NUESTRA COMUNIDAD

Una de las acciones de nuestro medio, ha sido siempre acompañar las actividades diarias de nuestra comunidad. Es por eso que, durante los 80’, cuando se realizaba la Fiesta de la Soja, “La Voz” montaba su stand sobre la calle Pellegrini, donde imprimía las tapas del diario con las fotos de los vecinos de nuestra comunidad. De aquellos momentos Gustavo Reyes, recuerda que junto a Cacho Yaffaldano, eran quienes realizaban aquellas tareas en el stand de armar una tapa diferente para cada vecino que pasaba por el lugar, encontrándose acompañados por Patricia Berzoni y Ana Herrera.

OTROS GRATOS MOMENTOS EN LA MEMORIA DE NUESTRA REDACCION

Otros de los episodios recordados alegremente en nuestro medio fue la ocasión en que “La Voz”, se dirigió hasta la localidad de Irala con el propósito de cubrir la sesión del Concejo Deliberante que sesionaba allí. Hacia el lugar partieron Marcelo Cotta, Hugo Soto y Roberto Dematteis quienes tras cubrir la asamblea emprendieron el regreso. En esa situación, de noche se confundieron de camino, terminando en Chacabuco. Lo memorable de ese momento es la frase que quedó, durante el despiste e intentando entender qué pasaba, uno de los integrantes de la comitiva expresaría la frase recordada en la redacción “esas vacas no las vi cuando veníamos”.
Otro momento de recuerdo en nuestro medio con una situación similar en un viaje, ocurrió en los años difíciles de nuestro país, durante la última Dictadura Militar. En esos años los medios de comunicación, cada tanto eran convocados por las autoridades militares para rendir cuentas sobre sus publicaciones. En una de esas oportunidades, debieron ir a la localidad de Junín y hacia allí partirían en un Renault 4L. Eran épocas de inundaciones y en el trayecto, encontrarían el camino cortado por el agua. En el lugar había una señora que amablemente informó a Roberto Dematteis y a Hugo Soto que previamente había pasado un Fiat, por lo que tomaron la decisión de pasar. En medio de la travesía, el auto se encajó y el motor se detuvo. En ese momento Soto manifestaría “…debió haber sido un camión Fiat”.

ROBERTO EL EMBLEMA DE “LA VOZ”

Roberto Dematteis, quien este año ha sido reconocido por nuestra comunidad como ciudadano ilustre, ingresó a trabajar en nuestra medio en el año 66’ durante los actos del 25 de Mayo, como fotógrafo. Fue a buscarlo Jorge Alfaro, para realizar un reemplazo. En ese momento además de sacar las fotos había que revelarlas, copiarlas y secarlas, trabajo que Roberto jura que “no volvería a hacerlo a todo eso aunque naciera de nuevo” y gracias a Dios que no fue así, porque eso nos permitió tener la calidad de pluma que ofrece cada día a nuestro medio.
Es precisamente María Amalia Soto, quien en el diálogo que mantuvimos para esta nota nos recordó el carácter de Roberto, como así también su sentido de ayuda social y el servicio a la comunidad en paralelo que brindó durante años además del periodismo. Roberto es así, de dar todo, incluso lo que no tiene. Cuando La Voz se encontraba en calle Suárez, la redacción se encontraba en el primer piso y era normal escuchar desde la calle el llamado a Roberto de personas que buscaban ayuda. Un día nuestro colega José María Méndez llegó a la redacción con las compras que había realizado en el supermercado. Ante uno de los llamados, Roberto pensando que las bolsas era una donación que le habían acercado, comenzó a tirarle desde la venta a la persona que buscaba ayuda, la mercadería comprada por nuestro colega.
Como ven las historias de nuestra redacción son muchas, tantas como las que nos brinda nuestra querida comunidad de Bragado cada día y que buscamos reflejar en nuestras páginas a diario y con la mejor honestidad intelectual que podemos ofrecerles a nuestros vecinos y lectores.

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