Laponia, donde arranca el viaje de Papá Noel
-La capital, Rovaniemi, es la vía de acceso a la región que recibe miles de turistas cada año atraídos por la Navidad
Laponia es la región más septentrional de Finlandia y un destino para los amantes de las actividades al aire libre, conocido por sus increíbles fenómenos luminosos durante todo el año, su vasta naturaleza ártica y Papá Noel.
La capital, Rovaniemi, es la vía de acceso a la región. Es la tierra del pueblo indígena sami, que se extiende a los países vecinos, y tiene su centro en el lejano norte. Hasta allí llegan miles de turistas cada año, muchos atraídos por la magia de la Navidad.
Tras ser destrozada durante la Segunda Guerra Mundial, el arquitecto finlandés Alvar Aalto ideó reconstruirla con forma de reno, dejando claro que Rovaniemi vive en una Navidad continua. El ambiente festivo se respira en cada rincón, decorado con motivos navideños y de donde no podrás irte sin estampar el sello de Papá Noel en el pasaporte.
Según las creencias populares locales, las auroras boreales tienen lugar cuando un zorro ártico golpea la nieve del bosque provocando así las coloridas chispas que se divisan en el cielo. Este fenómeno provocado en realidad por el contacto de las partículas del viento solar con el magnetismo terrestre convierte ese momento en maravilloso e indescriptible.
Laponia, además, no solo es conocida por su fantástica belleza natural, sino también por sus divertidas actividades invernales. Hay muchos tipos de excursiones y actividades diferentes que el viajero puede disfrutar durante los meses de invierno: safari en trineo, atravesar el bosque y los lagos helados en una moto de nieve, y mucho más.
En un país donde se estima crecen 80 trillones de árboles, el Parque de Lemmenjoki es un sitio increíble para conocer. En otras épocas, aquí vivió un magnate de la cría de renos, que en Laponia se pastorean como se hace con las vacas en otros lugares. Caminando por el bosque se puede ver a la ardilla voladora o al búho de los Urales.
En la Laponia finlandesa hay que probar las saunas de humo. Por lo general, se encuentran en pequeñas cabañas calentadas por una estufa de leña con temperaturas que oscilan entre 80 y 110 °C. En invierno se combina con un chapuzón en un avanto o agujero abierto en un lago helado. (DIB)