Qué dice la calle… Jueves 27 de Octubre
La frase de hoy: “Que llueva después de mucho, revive las ilusiones”.
En este caso, después del aviso de los truenos, llegó pasadas las 22 del martes por la noche. Se la esperaba con ansiedad con mensajes de la tierra reseca, apuro de las siembras pendientes y las cosechas escasas por la carencia de lluvias.
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Al amanecer del día siguiente –ayer- persistía una llovizna como despidiéndose. Cayeron unos 45 milímetros, según registros confiables. Es de esperar que la lluvia no olvide el camino para volver…
Vvvvvv
El tiempo está tan raro como algunos de nosotros. Ha seguido estando lejos de la primavera, con heladas en el mes de octubre, algo que puede ser pero no es frecuente.
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“El viento tiene dominios en el mes de agosto”, decían las abuelas. Sin embargo, el martes hubo presencia de ráfagas de hasta 100 kilómetros. Eso originó caída de árboles y corte del suministro de luz. Eso pasó a la tarde y para la noche ya estaba normalizado el servicio.
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Torneo Federal de Fútbol Amateur… La tercera fecha se jugará el domingo a partir de las 17 horas. En la oportunidad SEMB, el conjunto que dirige Darío Soler, recibirá a Huracán de Chivilcoy. Que los hinchas y el buen tiempo acompañen.
POEMAS PARA LA LLUVIA…
Lluvia… cielo gris… música lenta…
Cuántas ganas de soñar en el alma se despiertan.
Cuántas ganas de arrojar las tristezas al cielo,
ver cómo chocan los recuerdos contra el viento
y recoger en la lluvia la realidad de otro tiempo.
Cuántas ganas de regar el campo de la esperanza
con esta lluvia tan fresca, para que crezca lozana,
sin miedo a la pena de ser torturada por mentiras viejas.
Lluvia: en tus lágrimas de vida fui aprendiendo a valorar
esas cosas que se sienten, que se dicen sin hablar,
la armonía de una rosa, el misterio de pensar.
Libros
Otros escritos
¿Quiénes somos?
LLUVIA
Federico García Lorca
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de somnolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentágrama sin clave.