Qué dice la calle… Jueves 31 de Diciembre
La frase de hoy: “Como dice el dicho popular, el pájaro canta hasta morir…”.
Es una forma poética de sostener que hay que mantenerse de pie, tratando de seguir sembrando consejos y buenos deseos, aunque todo sea a menor ritmo. El hábito le gana a los años… De tanto sumar, van quedando menciones a cada mes del almanaque, como forma de postas en el camino…
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Los meses de junio, agosto y septiembre son para el agradecimiento. Es que acompañaron la llegada de los hijos. Cada uno con su destino y, gracias a Dios, estando siempre cerca a la hora de poner el hombro y tender el brazo para ayudar a no sentir la soledad…
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Enero y mayo son etapas tristes. También debe sumarse marzo. Es que fue allí donde nos tocó despedir a los viejos. Es que también hay padres del corazón. Tranquiliza saber que descansan en la luz. Es que son quienes honraron su tránsito por la vida… Sembraron vidas, una tarea impagable. La llegada de siete nietos y un bisnieto son jazmines floreciendo en el sendero…
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Le tocó viajar en abril, siendo muy joven. Demasiado para haber sufrido tanto. Hay placas y flores en su lugar de descanso, junto al recuerdo de un tiempo en el cual no se pudo modificar el rumbo de la marcha…
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Fue un domingo de septiembre cuando avisaron de su partida. Ha transcurrido mucho tiempo y sigue pareciendo mentira. Fue un consuelo haber transitado con su familia, parte de la ruta, pese a sentir un inevitable sentido de culpa, por no haber podido ayudar más.
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Junio es estación de llegada y espacio de despedidas. Esos trances de la existencia donde recibís con una mano y despedís con la otra… Sin palabras para explicar, ni lágrimas para derramar… Nada alcanza a decir algo…
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Es cierto: Parece haber más alegría que penas en el camino. Extrañamente no hay manera de compensar el peso. En este tiempo de cada año, corresponde dar ¡gracias! y, al mismo tiempo, rogar por la voluntad para avanzar hacia el ansiado reencuentro…
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Está en su jaula, pequeña celda de alambre. Conoce poco paisaje y no ha volado más allá de alguna escapada por la galería. Está viejito y casi no alcanza a ver, pese a lo cual canta como en los mejores tiempos. Es que le han dicho al nacer, que su misión es llenar de trinos el lugar…