Qué dice la calle… Miércoles 16 de Marzo

La frase de hoy: “Hay quienes quieren ver las noticias desde el escenario de los hechos”.

Los memoriosos son de recordar que, en la primera guerra mundial, el periodista Juan José de Souza Reilly (foto) fue corresponsal para diarios de Buenos Aires. Era uruguayo y, aún sin los medios de la actualidad, se las ingenió para hacer crónicas que mostraban el horror de la contienda que arrojó muchas víctimas e hizo que miles de personas buscaran alejarse de la guerra…

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En los tiempos actuales, frente a la invasión de Rusia a Ucrania, hay cobertura especial de TN que llegó a tener dos periodistas en las cercanías de los bombardeos. Fueron testigos de la salida de millones de personas, en especial mujeres con sus hijos, tratando de encontrar un precario refugio en la frontera.

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En este miércoles, con rumores de acuerdo que demoran en llegar, se sabe que hay no menos de tres millones de personas que dejaron Ucrania, país de 45 millones de habitantes y muchos parecidos geográficos con Argentina.

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Carolina Amoroso, joven periodista, fue la primera en llegar a Ucrania, ingresando por Polonia. Estuvo allí unos 15 días, haciendo relatos sobre el padecimiento de los habitantes civiles y mostrando los daños causados por los bombardeos. La destrucción y la angustia en directo.

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Estaciones de trenes con mucha gente, esperando un tren hacia cualquier parte y dejando allí todo lo que había sido su vida hasta ese momento. Seguramente volverán, pero habrá un largo tiempo de reconstrucción. Frente al desamparo de miles, la señal positiva sigue siendo la solidaridad de quienes han formado un gran cordón humanitario. Todo eso fue destacado en cada salida de Carolina.

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Para apoyar su tarea viajó al escenario de la invasión, Nelson Castro conocedor del país por anteriores coberturas. Eso le fue de mucha ayuda, frente a la desconfianza de los retenes que controlan ingresos al país y recorren las calles. En situaciones como la que vive Ucrania, su gente tiene motivos para estar en guardia.

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Nelson Castro sigue allá, en medio de mucho frío y en una ciudad cercana a la capital –Kiev-, con habitantes que aguardan en todo momento, el ingreso de los tanques. Este paisaje que genera padecimientos desgarradores en los habitantes, está siendo explicada con precisión en cada una de sus intervenciones.

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Hoy hemos querido exaltar la tarea de quienes se encargan de acompañar con palabas, las imágenes que parecen salidas de la mejor película sobre guerras anteriores. De golpe, por esas cosas extrañas, las calles ucranianas se han transformado en silenciosas testigos de un pasado que parecía superado. Como dice una canción de Horacio Guarany, “el hombre no se cansa de matar en vano a su propio hermano…”.

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La Calle no se queja de sus problemas. Es que según se observa, hay países que sufren mucho y eso los fortalece y une. Llegará el amanecer donde avisen que la pesadilla quedó atrás. Hay que rezar por la vigencia de la PAZ, palabra breve y de enorme importancia para disfrutar de una cuota de felicidad.