SAME una muestra de que fallamos en nuestra condición humana

El día sábado se generó una situación en la vía pública que nuevamente pone la atención sobre el sistema de emergencia SAME. En horas del mediodía en la esquina de Rauch y 12 de Octubre, un señor de quien desconocemos su identidad, circulaba en su bicicleta, se descompensó y cayó al asfalto. Los vecinos de la zona llamaron al 911 y al 107 dando paso a las autoridades policiales y del servicio SAME.
Las autoridades policiales arribaron al lugar. Tras 10 minutos que este vecino se encontraba en el lugar tirado con policía cuidando se volvió a realizarse un nuevo llamado al 107, ya eran las 12:30hs. cuando se le informa a la persona desde el servicio SAME que “…ya tendría que haber llegado SIMEC”. Los minutos pasaron y la ambulancia nunca llegó, de hecho, el hombre se pudo recuperar y retirar por sus propios medios pasadas las 13:00hs., instante donde las autoridades policiales dieron aviso para suspender el pedido de la ambulancia.
Pudimos averiguar que, este hombre sufre de ataque de epilepsias y que el sábado al mediodía habría sufrido uno de estos episodios. Aún no había forma de saberlo, ni por los presentes ni por el personal de emergencia que atendía el llamado e incluso un ataque convulsivo podría traer consecuencias fatales.
El hecho podría quedar ahí, si no fuera por las dudas que se generan del mismo y por la situación que desde este medio se informó a un funcionario con el propósito de advertir lo que estaba pasando y la respuesta recibida fue un “…tenemos un problema con SIMEC, es claro”.
Pues no el problema no es con SIMEC, ni con el SAME, el problema es de condición humana.

INTERROGANTES DERIVADAS
Son muchas las derivadas dudas que suscitaron esta emergencia no resuelta. Algunas de carácter institucional, otras médicas y otras como sociedad. No tenemos respuestas a todas y algunas tendremos solo la posibilidad de acercarnos algunas ideas, sin ser estas verdades absolutas, pero que al menos nos llevan a pensar sobre lo que no podemos seguir permitiendo que pase.
Empecemos por algunas de ellas a las que no podemos responder, pero que hacen a la cuestión. Ante un llamado de emergencia ¿Había forma de evaluar si era un caso donde estuviera en riesgo la vida? Ante una situación de convulsión ¿no hay forma de brindar ayuda por más de media hora? ¿No había otros riesgos derivados, como un posible golpe en la cabeza, posibilidad de ahogarse con su propia lengua o vómito, o un posible infarto producto de un corazón que no aguante convulsionar tanto tiempo?
Ahora las de carácter institucional y a las que nosotros si podemos ofrecer alguna información en la materia. ¿Qué pasa con el SAME? ¿Cuál es el tiempo de respuesta? ¿Por qué la respuesta ante los nuevos llamados al servicio de emergencia la respuesta fue ya va SIMEC?

SAME (PÚBLICO) O SIMEC (PRIVADO), O NI EL ESTADO NI EL MERCADO
El servicio de emergencia SAME se implementó en nuestra ciudad en el año 2018, por la actual gestión de gobierno. De hecho, respondía a una demanda cierta sobre las emergencias en la vía pública y las respuestas de las ambulancias del hospital municipal. Hasta ese momento el Hospital movilizaba el servicio de ambulancias propio y en el caso de ser sobrepasados solicitaban refuerzo a la empresa SIMEC.
De hecho, en su puesta en funcionamiento del SAME en nuestra ciudad el propio intendente Vicente Gatica, afirmaba que “la emergencia fue un debate siempre en Bragado y cada gobierno, con las posibilidades que ha tenido, presentó distintas alternativas, con suerte diversa. Pero necesariamente, en algún momento, se debería llegar a esto”. El SAME implicaba un acuerdo entre el municipio y la provincia de Buenos Aires, donde ambas partes accionaban para resolver la problemática, así se presentaba.
No obstante, esta panacea presentada no fue tan cierta, de hecho, su aprobación en nuestra ciudad fue motivo de grandes debates. En aquel entonces el concejal Dr. Fernando Maidana advertía que la Municipalidad recibiría aportes de la Provincia para cubrir los costos del servicio durante tres años, pero a partir del segundo los mismos serían del 50% y el tercero del 25%, por lo que, en palabras del edil, el municipio terminaría “haciéndose cargo de una empresa privada de salud… La Municipalidad recibiría un aporte durante los tres primeros años y luego se haría cargo”. Bajo esta lógica, el plazo ya se cumplió, hoy que las ambulancias sean del hospital San Luís o que fueran del SAME en términos operativos financieros es igual, son sostenidas por el estado municipal.
Otro problema que advertía el Dr. Maidana era, la dificultad de conseguir médicos para cubrir los puestos. Acá nos cabe preguntar si el SAME Bragado cuenta con los médicos de guardia suficientes, de lo contrario no se entendería la razón por la que la emergencia en cuestión fue derivada a SIMEC. Esto no se explica ni siquiera en una situación donde todas las ambulancias del SAME se encuentren cubriendo emergencias, y podemos deducirlo por afirmaciones anteriores brindadas por el director del Hospital.
A la semana que el servicio de salud SAME se puso en funcionamiento en Bragado, según figura en un artículo publicado en la web de la municipalidad, el Dr. Corte informó que desde que se recibe el llamado -cumpliéndose con todas las normas de tránsito-, la ambulancia tarda 17 minutos para llegar al Cristo y unos 12 al monumento al caballo. Con lo cual si hacemos un cálculo estimativo, desde el primer llamado hasta que el vecino se retiró por sus medios pasaron una media de 40 minutos, lo que le habría dado tiempo a cada ambulancia de cubrir al menos entre 2 y 3 emergencias en el radio del que hablamos en nuestra ciudad.
Además, si tenemos en cuenta que la base operativa de SIMEC se encuentra a tan solo cinco cuadras, la emergencia se habría cubierto al menos 6 veces en ese tiempo. La pregunta aquí es si SIMEC debe responder primero a una emergencia derivada desde el SAME, o a una solicitud de asistencia realizada primero por sus afiliados al servicio.

FALLA LA CONDICIÓN HUMANA COMO ACTIVIDAD
¿Cuánto debe convulsionar una persona, antes que alguien acerque siquiera una frazada en el frio del sábado? Evidentemente existe una falla en lo que estamos priorizando en nuestra comunidad, existe una falla en lo más íntimo de nuestra condición humana. Hannah Arendt distingue tres actividades que marcan la condición humana: Labor, Trabajo y Acción.
Debemos entender a “la labor” para esta autora como aquella actividad que corresponde a los procesos biológicos del cuerpo y al mantenimiento de la vida; no conduce a un fin determinado y definitivo, sino que es repetitiva, mientras dure la vida, es decir consiste en hacer posible la vida (alimentarnos por ejemplo es una labor). Siguiendo a la autora, debemos ver al trabajo como la actividad que corresponde a lo no natural de la existencia del hombre, tiene un comienzo definido y un fin determinado y predecible, siempre necesita de un pensamiento y de las manos para producirlo, (sembrar el campo o realizar una obra de arte puede ser considerado como trabajo). El proceso de pensamiento por sí mismo no produce ni fabrica cosas tangibles, tales como libros, pinturas, esculturas o composiciones, como tampoco el uso por sí mismo produce y fabrica casas y muebles.
En cuanto a la acción, es para Arendt la actividad que nos identifica realmente como humanos, tiene un comienzo definido pero su fin es impredecible. Es además irreversible, pues lo que se ha hecho no puede deshacerse. Para cumplirla, depende el ser humano de sus semejantes. Su condición básica es la pluralidad humana con su doble carácter: igualdad y distinción. La igualdad de los hombres permite el entendimiento entre ellos y la prevención de las necesidades futuras. Pero el ser humano vive como un ser distinto y único entre iguales, pues la alteridad y distinción devienen aquí unicidad. Podríamos decir que la acción surge como respuesta al hecho de haber nacido. Esta es la única actividad que se da entre los seres humanos sin la mediación de las cosas. Así pues, la humanidad se construye a partir del ser humano individual y único entre todos, manteniendo su singularidad dentro de la pluralidad.
El no brindar ayuda a un vecino enfermo en la vía pública, que esa individualidad humana sufra ante un todo una pluralidad que no da muestra de lo más inmediato, nos muestra que como sociedad estamos perdiendo la acción, aquello que para Arendt es lo que nos da nuestra condición humana.

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