Santilli fue el único que le ganó al peronismo unido

-Por Redacción de Diario NOTICIAS

Cerca del gobernador Axel Kicillof y de sus “auditores” Máximo Kirchner y Martín Insaurralde, toman posiciones frente a la crucial elección del año próximo.

La interna en Juntos por el Cambio suma todos los días un capítulo. Al calor del salto en el perfil público de Mauricio Macri, en las últimas dos semanas, Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño y precandidato “in pectore” a las presidenciales del año próximo en las PASO opositora, llevó adelante una operación de contención del expresidente que incluyó, este miércoles, una invitación que publicitó para que participara de una reunión del gabinete porteño. ¿Sobreactuación? Todo indica que sí, y las sobreactuaciones tienen siempre una razón, más allá del ego del aspirante a artista.

En este caso, Larreta atiende varios frente simultáneos: por lo pronto el de Macri, que llegó a la conclusión de que el año próximo debería jugar una precandidatura si el Frente de Todos (FdT) se parte, por lo que las aspiraciones del mandatario porteño y de la “delfina” Patricia Bullrich se verían postergadas; de esa misma tensión se dispara la que Bullrich motoriza con la presunta posibilidad de una alianza con el libertario Javier Milei, hoy ya convertido en una estrella mediática, al que el resto de Juntos por el Cambio (JxC) acusó de ser funcional al oficialismo. Por último está la presión del radicalismo de la Ciudad encarnado en el “evolucionado” Martín Lousteau, que dice que ya decidió que irá contra Jorge Macri en una interna del oficialismo capitalino. ¿Otro “acting”?
En el propio gobierno de Axel Kicillof admitieron esta semana ante este sitio que prefieren “a cualquier candidato” en la provincia antes que a Santilli, pero no se ilusionan. “Es peronista, camina los barrios y entró abajo, lo estamos viendo todos los días”, reconoció una fuente de la Casa de Gobierno platense.
“Es un movimiento primero defensivo pero después, ofensivo. Ya mostramos que cuando nos organizamos, cuando tiramos todos para adelante, pudimos darla vuelta”, remarcó, con un poco de optimismo, la fuente del “kicillofismo”, si algo así existe. En el FdT tampoco tienen dudas de que el mandatario irá por la reelección y el mensaje unitario estuvo dirigido a los que todavía dudan, a la vista de la feroz interna nacional.
En cualquier caso, el plan territorial de los “cristinistas” –si ven que no es posible repetir en 2023- no anuncia aún una ruptura total. Sí irán por una diferenciación entre la pelea provincial y la nacional, aunque Kicillof insista en que no habrá desdoblamiento de las elecciones generales. Muy probablemente sea el único que no lo haga: el tucumano Osvaldo Jaldo acaba de picar en punta con la diferenciación. Y está claro que habrá muchos otros que lo seguirán.

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