Un emprendimiento desde la ley primera
– Tal y como leen en el título, las hermanas Silva son las creadoras de Brunella Lencería, emprendimiento que surgió hace ya seis años, a fines de 2017, con el objetivo de crecer y generar ingresos propios.
Cuando todo comenzó, dijo Antonella, se encontraba en el segundo año de la carrera y Florencia dando sus primeros pasos en el mundo laboral como empleada de comercio.
La base económica y de apoyo fueron sus papás, quienes siempre se encuentran al pie del cañón. Aunque la elección del rubro de la lencería vino particularmente por el lado de su mamá, gran emprendedora, “nos ayudó y guío en todo” mencionan las jóvenes.
Sus inicios fueron con algunos conjuntos de ropa interior, hasta que de a poco fueron dándole más forma, fueron incorporando y aumentando de esta manera sus ventas cada vez más.
Al año siguiente de su creación, se animaron a anexar bikinis, “nos fue genial” afirman.
Ambas, destacan de su labor que siempre se encuentran en busca de cosas distintas, logrando, diferenciarse de otros/as vendedores y locales.
“Creemos que esa es la clave para mantenerse vigente. Es muy difícil, pero ante tanta oferta en redes sociales y comercios, es necesario. Hay que darle una vuelta de rosca”.
Luego de cuatro años decidieron tomarse un descanso, trabajar en relación de dependencia y emprender “suele ser muy demandante”, pero volvieron y van por todo, buscando lo mismo que al principio, creciendo día tras día. Aunque ahora agregaron a un pequeño socio, Beltrán, un pequeño terremoto, hijo y sobrino/ahijado, a quien describen como el que clickea y raya todas las anotaciones que ellas hacen.
Para finalizar resaltaron que les encanta poder trabajar juntas, “nos encanta que esto sea entre las dos, lo más positivo es que nos mantenemos en equilibrio y nos conocemos mucho, eso ayuda un montón”.