– Por Gonzalo Ciparelli

Encuentro la vocación en diferentes personas y en diferentes áreas.
Esto último contiene mucho valor si nos referimos a entender que en todo momento siempre hay alguien a nuestro alrededor que pondría en riesgo su propia vida, de ser necesario, por la seguridad de un otro. Y esto no es sinónimo de que no le importe su vida, por el contrario, su vida depende de lo que realiza con suma responsabilidad y compromiso entregándole así verdadero bienestar.
Cierto libro de Ray Bradbury cuenta la historia de un bombero y como la vida insistía en inclinarlo hacia un lado totalmente opuesto al que su inconsciente pretendía. No pudo soportar mas y por más que todos estuvieran en contra y pese a que todos lo señalen, termino optando por escuchar a su inconsciente, el cuál contenía su verdadera vocación.
Hoy es el día del bombero voluntario. Aquel ser humano que en su mapa mental, frente a un siniestro o frente a cualquier situación de su vida, no tiene otra prioridad que la de ayudar, la de salvar, la de contener, la de proteger. Prioridades totalmente desinteresadas en cuanto a obtener algún tipo de reconocimiento o remuneración, ya que solo lo hace con la única intención de entender que de esta manera encuentra su propio bienestar, coincidiendo esto último con el bienestar de la otra persona gracias a él.
Eso creo es la vocación de un bombero. En donde, entendiendo al siniestro como un mal, desea revertirlo para convertirlo en bien. Esto último lo persigue seguramente toda su vida, dándose a entender que la filantropía es una de las mejores formas de vida. ¡GRACIAS!

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