23 de mayo: Día del Cine Nacional

-Historia del cine Argentino y la llegada del film sonoro
Por Natalí Moraglio.

Como cada año, el 23 de mayo se celebra el Día del Cine Nacional, en honor a la película “La Revolución de Mayo”(1909), de Mario Gallo. Un dato erróneo que circula es que la celebración de esta fecha es por considerar a “La Revolución de Mayo” como la primera película argumental, pero, para ese momento, ya existían films argumentales. Lo festivo, en este caso, es que logró ser estrenada en el Teatro Ateneo de Buenos Aires.
El film tiene como argumento la historia argentina y relata los acontecimientos de la semana de mayo de 1810 a través de características de un estilo de cine teatral, con acciones que parecen improvisadas por parte de los actores, una cámara fija y un telón de fondo como escenografía.
Argentina se encuentra entre los primeros países del mundo que conocieron el invento de los hermanos Louis y Auguste Lumière. La primera exhibición pública se llevó a cabo el 18 de julio de 1896 en el Teatro Odeón, de Buenos Aires. Entre las vistas proyectadas figuraba “La llegada del tren”, (aunque unos 2 años antes ya se había realizado una presentación del Kinetoscopio de Edison, que pasó prácticamente inadvertida.)
En el año 1897, la casa de artículos fotográficos de Enrique Lepage importó de Europa los primeros proyectores y cámaras. El primero en realizar filmaciones fue el fotógrafo francés Eugenio Py, quien trabajaba en la casa Lepage. Con una cámara Gaumont realizó la “La bandera argentina” (1897), en la que se podía observar un mástil de Plaza de Mayo donde flameaba la insignia patria. Otro de los pioneros en el uso de las cámaras de filmación fue Alejandro Posadas, un médico que la utilizó para registrar las intervenciones quirúrgicas que realizaba. Esta serie de filmaciones recibieron el nombre de “Las operaciones del Dr. Posadas” y fueron realizadas en el Hospital de Clínicas entre 1898 y 1899.
En 1900, Py logra captar el registro de la llegada del presidente de Brasil a nuestro país, titulando el acontecimiento como “Visita del Dr. Campos Salles a Buenos Aires”. Esta fue la primera de una serie de películas documentales. Por algunos años la producción se concentró en los noticiarios y los documentales cortos que incluían reuniones sociales, desfiles militares, visitas a estancias, exposiciones rurales o sepelios de autoridades nacionales.
En 1901, Eugenio Cardini filmó “Escenas callejeras” y “En la casa del fotógrafo”, con actores interpretando situaciones cómicas y, luego, “El escuadrón ciclista”, de pretensión documental ciudadana.
Mario Gallo, un director de coros italiano, arribó a Argentina en 1905 y comenzó una carrera como cineasta. Su primera película fue “El fusilamiento de Dorrego”, que se estrenó el día 24 de mayo de 1908. Luego realizó gran cantidad de películas entre las que se encuentran: “La batalla de Maipú”, “Camila O’Gorman”, “La Revolución de Mayo”, “Güemes y sus gauchos” y “Tierra Baja” (primer acercamiento al largometraje de ficción).

Otro pionero, el uruguayo Julio Alsina, realizó por su parte “Avelino Viamonte” (1909), “Facundo Quiroga” (1910) y “La tragedia de los cuarenta años” (1910). Sus películas tenían una temática similar a las de Mario Gallo.
En este período llegan al país dos técnicos italianos: el fotógrafo Emilio Peruzzi y Federico Valle, quien había trabajado con Meliès. Su actividad en nuestro país incluyó la exhibición, la distribución y la producción de numerosas películas argumentales, documentales y un noticiario semanal: su noticiario “Film Revista Valle” fue el primero en aparecer semanalmente.
Hacía 1912, era raro que un pueblo no contara con al menos un cine. Esto provocó la conformación de un mercado dependiente que implantó circuitos de distribución y motivó la producción europea y estadounidense. El cine abandona su carácter de empírica aventura para transformarse en una industria de espectáculo. Es así que ese año Julián de Ajuria fundó la Sociedad General Cinematográfica con la cual se impuso el sistema aún utilizado de alquiler de copias, en lugar de su venta.
En el año 1914 se fundó Pampa Film, una de las productoras más importantes en los inicios del cine argentino. Ese mismo año, Enrique García Velloso filmó “Amalia”, película estrenada en el Teatro Colón.
Por su parte, el primer gran éxito del cine nacional llegó con “Nobleza gaucha” (1915) dirigida por Humberto Cairo. Esta película es un melodrama que plantea la oposición entre las sociedades rurales y las de la ciudad. El film, con alto contenido social, muestra la posición del gaucho en la sociedad y la oligarquía poseedora de tierras en aquella época. Los personajes están bien definidos, no hay puntos medios, los malos se diferencian ampliamente de los personajes buenos, mostrando al campo como un lugar con buenas intenciones y a Buenos Aires como un ámbito más bien conflictivo.
La producción costó unos 20 mil pesos y recaudó aproximadamente 600 mil y llegó a exhibirse en 25 salas metropolitanas a la vez: en América latina, España, Francia e Italia. Nobleza gaucha demostró que podía intentarse una industria que, de contar con los capitales, se hallaba al nivel de cualquier otra del mundo.

Mario Gallo filma “Tierra Baja” con la actuación de Blanca y Pablo Podestá. Hacia 1913 el fenómeno del desarrollo cinematográfico dio lugar a la prensa especializada. En la revista “Caras y Caretas” se editó la primera columna sobre cine. El Consejo Dotal de Obreras, dirigido por María Unzué de Alvear, decidió realizar un festival y para atraer más público encargó una película que se pudiera exhibir esa noche. Así, con una duración de 60 minutos, nace el primer largometraje argentino, llamado “Nelly o la primita pobre” dirigida, escrita e interpretada por Luis Kalappenbach.
En 1916 se estrenó “El último malón” que fue la primera película de Alcides Greca, quien era un cuentista, novelista y político radical. Se suele decir que se adelantó al “cine-verdad” ya que en su obra reconstruye la última rebelión indígena llevada a cabo por los mocovíes en San Javier, el norte de Santa Fé en 1904. A pesar de no ser muy conocida fue una película muy interesante porque contaba con documentación histórica seria, la reconstrucción histórica era de notable autenticidad. Algunos recursos del film fueron la representación de los hechos donde habían sucedido y utilizó algunos personajes reales.
En 1916 Carlos Gutiérrez, Emilio Bertoni y Pablo Landó fundan La Patria Film, incorporando como director técnico a Francisco Mayrhofer, un iluminador italiano que había trabajado en la Gaumont. Se iniciaron con la película dramática “Bajo el sol de La Pampa” dirigida por Alberto Traversa.
En 1917 se estrena “El tango de la muerte” de José Agustín Fereyra, apodado como “el negro”. Fue el primer realizador argentino que comprendió la necesidad de buscar un verosímil propio, con recursos esencialmente cinematográficos, actores y actrices sin ninguna experiencia, siendo la dirección actoral una herramienta esencial de escenificación. Definió un estilo que luego se llamó “protoneo- rrealista”.
En ese mismo año, Federico Valle produce “El apóstol”, el primer dibujo animado de largometraje: una sátira política sobre Yrigoyen. Los dibujantes a cargo eran Taboada y Quirini Cristiani. El mismo equipo un año después realiza “Una noche de gala en el Colón”.
Un cineasta destacable de esta época fue Roberto Guidi uno de los primeros intelectuales dedicados seriamente a estudiar el lenguaje del cine. En 1919 estrena su primera película “El mentir de los demás” y luego filmó “Mala yerba”, “Aves de rapiña” entre otras.
En 1919 se estrena “Juan sin ropa” producida por Camila y Héctor Quiroga. El film intentó reflejar lo que habían sido las luchas obreras que se habían llevado a cabo en Buenos Aires durante “la semana trágica”. El director a cargo de dicho film fue Georges Benoit, siendo un innovador en cuanto a la realización cinematográfica, el uso expresivo de los primeros planos y el dinamismo en su montaje, que anticipa experiencias vanguardistas europeas posteriores.
En 1921, después del regreso de Benoit a los Estados Unidos, “Juan sin ropa” fue exhibida ante los reyes de España.
La última década del cine mudo estuvo animada por el ya nombrado Ferreyra, Nelo Cosimi, Edmo Cominetti y Julio Irigoyen.
Cosimi comenzó a dirigir en 1922 “El remanso” y así desarrolla una triple función de realizador, argumentista y actor en otras de sus películas como “La mujer y la bestia” y “Federales y unitarios”. Continuó además trabajando como actor durante el período del cine sonoro.
Edmo Cominetti dirigió por primera vez en 1920, pero adquirió popularidad luego de su película “Bajo la mirada de Dios”, llevada a cabo en 1926, logrando que se exhiba en Estados Unidos.
Irigoyen había sido en 1913 el fundador de Buenos Aires Film y en 1923 filmó “De nuestras pampas”.
Por su parte Ferreyra constituyó el reflejo veraz y auténticamente popular del mundo porteño. Por ejemplo, en el cortometraje “La vuelta al bulín” el tono buscado no es dramático sino humorístico. Su argumento central es una variación humorística de un tango escrito por Pascual Contursi.
El cine de Ferreyra fue predominantemente ciudadano.
Hacia el año 1929 se establece definitivamente el cine sonoro. La producción cinematográfica argentina estaba en una situación bastante precaria, pero la aparición del sonido desplegaba la posibilidad de luchar en condiciones básicamente más favorables, ya que ese cambio tan abrupto de la técnica fílmica le permitió a Argentina desprenderse de todas las influencias del cine extranjero.

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