25 de Mayo: ¡Feliz día de la Patria!
-¿Quiénes fueron los hombres y las mujeres que hicieron posible esta fecha histórica?
Como todos los 25 de Mayo se conmemora, en nuestro país, la Revolución de Mayo de 1810, fecha en la que se conformó el primer gobierno patrio de la historia argentina.
Fue el inicio del proceso de surgimiento del Estado Argentino, que proclamaría su independencia recién 6 años después, el 9 de julio de 1816.
¿Qué ocurrió en la Semana de Mayo en Argentina?
19 de Mayo – Los patriotas, encabezados por Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra y Juan José Castelli le piden al Cabildo de Buenos Aires que apoye el pedido al Virrey de la convocatoria a un Cabildo Abierto. De no hacerlo «lo hará el pueblo por sí solo o morirá en el intento».
-20 de Mayo – Sin el apoyo de los militares que respondían a Saavedra y apostando su última carta a que los «vecinos sensatos» de la Ciudad lo mantendrían en el cargo, Cisneros acepta llamar a un Cabildo abierto y hace emitir la convocatoria.
-21 de Mayo – El Cabildo inició sus trabajos de rutina, que se vieron interrumpidos por hombres armados agrupados bajo el nombre de “Legión Infernal”, quienes ocuparon la Plaza de la Victoria, hoy Plaza de Mayo, para exigir que se convocase a un cabildo abierto y se destituyese al virrey Cisneros.
-22 de Mayo – El poder de la palabra y los oradores de la revolución: de los 450 invitados al Cabildo Abierto solo participaron unos 250. Domingo French y Antonio Beruti, al mando de 600 hombres armados, controlaron el acceso a la Plaza, con la finalidad de asegurar que el Cabildo Abierto fuera copado por criollos. Castelli, el orador de la revolución.
-23 de Mayo – Tras el Cabildo Abierto se colocaron avisos en diversos puntos de la ciudad que informaban de la creación de la Junta y la convocatoria a diputados de las provincias.
-24 de Mayo – El Cabildo conformó la Junta que debía mantenerse hasta la llegada de los diputados del resto del Virreinato. Al conocerse la noticia de la presencia de Cisneros creció el malestar popular. Castelli y Saavedra se presentan ante el Virrey y este presenta de palabra su renuncia.
-25 de Mayo – Durante la mañana, una multitud comenzó a reunirse en la Plaza de la Victoria liderada por los milicianos de French y Beruti. Se reclamaba la anulación de la resolución del día anterior, la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la formación de otra Junta de Gobierno.
¿Quiénes fueron los integrantes de la Primera Junta de Gobierno?
El viernes 25 de Mayo de 1810, se conformó la Primera Junta de Gobierno compuesta por Cornelio Saavedra, como presidente y Mariano Moreno y Juan José Paso, como secretarios. Por su parte, los vocales fueron Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu y Juan Larrea.
El rol de las mujeres en la Revolución de Mayo: un rol que fue silenciado.
Si bien en esa época, las mujeres no podían participar en política porque su ámbito era el doméstico y el privado, muchas estuvieron en lugares claves para que éste hecho histórico se concrete. Por ejemplo, No sólo aconsejaban a sus esposos o abrían las puertas de sus casas para reuniones secretas y peligrosas, sino que también participaron en los combates y hasta opinaban de política a la par de ellos.
Cuando la Revolución tuvo lugar, y los hombres se vieron obligados a luchar o a buscar trabajos en otras ciudades, ellas tuvieron que hacerse cargo de los comercios familiares, de las estancias, de los negocios. Fueron fundamentales para mantener la vida por fuera de la batalla.
Muchas de ellas, como Mariquita Sánchez de Thompson y Casilda Igarzabal, esposa de Nicolás Rodríguez Peña, eran salonnière, es decir, imitaban el accionar de las francesas que abrían los salones a intelectuales y políticos durante el siglo XVIII.
Tres figuras imprescindibles en la lucha por el rol de las mujeres en los ámbitos públicos y políticos:
Guadalupe Cuenca: Las cartas que le escribió a su esposo, Mariano Moreno, dan cuenta no sólo del vínculo amoroso y del sufrimiento ante su ausencia, sino que dan testimonio de cómo las mujeres sabían de los movimientos y enfrentamientos políticos posteriores a la “revolución de Mayo”. Toda la correspondencia epistolar -que nunca llegó a ser leídas por Moreno, dado que fallece en altamar- constituyen una de las mejores fuentes para reconstruir la disputa entre Moreno y Saavedra en torno a qué tipo de autogobierno constituir una vez apresado el rey Fernando VII. En sus escritos, Guadalupe describe con exactitud cómo los “morenistas” –considerados como el grupo más radical de los “patriotas”- son quitados del escenario político, perseguidos y calumniados por los “saavedristas”, quienes hegemonizarán posteriormente la Junta Grande y tomarán una postura moderada respecto de la independencia. Así, antes que “cartas de enamorados” –como se las suelen describir- son un testimonio de cómo una mujer que aun estando fuera de los espacios de participación política, tenía una visión clara y estratégica de cómo las ambiciones enfrentaron a los principales referentes de la “revolución de mayo”.
Casilda Igarzabal: Fue una salonnière de la época virreinal y la esposa de Nicolás Rodríguez Peña, quien, junto a su hermano Saturnino Rodríguez Peña, estuvo involucrado en los movimientos de revolución e independencia incipientes que se desarrollaron a partir de la primera invasión inglesa de 1806. De modo que Casilda Igarzábal estuvo en contacto directo con participantes de la revolución de mayo desde el inicio y su participación como salonnière en los movimientos de 1810 es muy conocida. Existe una historia que cuenta que habló de manera directa con Cornelio Saavedra y lo insta a hacer la revolución del 25 de mayo. Es un episodio difícil de comprobar y por más que sea interesante pensar la intervención directa de una mujer en la Revolución de Mayo, lo cierto es que ni siquiera los protagonistas de la revuelta tenían en claro qué camino seguir o qué hacer, no había «manual» para una revolución.
Mariquita Sánchez de Thompson: Desde el juicio de disenso y su polémico casamiento con su primo, Mariquita fue capaz de disputar y enfrentarse como una par a los actores políticos de la época al tiempo que se convirtió en una constructora de espacios de debate e intercambio. Así, su casa fue espacio de tertulias culturales, pero también de encuentro para apoyar la causa revolucionaria. La revolución no sólo le permitió resignificar el ámbito doméstico y posicionarse como una mujer capaz de trascender lo privado y situarse en el ámbito de lo público, sino de establecer lazos con otras mujeres y apoyar el proceso revolucionario mediante la donación de joyas y otros bienes materiales.
Las mujeres en la guerra de la Revolución de Mayo:
Aunque las esposas de los revolucionaros no tuvieron demasiada influencia en cuanto a la política, otras más vinculadas con los sectores populares estuvieron activas en los asuntos bélicos, en especial María Remedios del Valle, Juana Azurduy y Macacha Güemes.
María Remedios del Valle: Era afro descendiente, “parda” según el sistema de castas de la época. Luego de la Revolución, marchó con el Ejército del Alto Perú junto a su marido y a los dos hijos. Participó en varias batallas, entre ellas la de Tucumán en 1812, donde se ocupó de los heridos. Los soldados comenzaron a llamarla “la madre de la Patria” por ser salvadora de numerosas vidas.
Juana Azurduy: Junto a su compañero Manuel Ascencio Padilla, se unieron a la Revolución de Chuquisaca y la Paz de 1809, que derrocó a la Real Audiencia de Charcas. Después, ambos se sumaron al Ejército del Norte liderado por Manuel Belgrano. Juana logró reclutar a 10 mil indígenas, comandó tropas, colaboró con Martín Miguel de Güemes luchando en más de 30 combates haciendo posible la liberación de Arequipa, Puno, Cusco y La Paz. Entre sus combatientes se destacan “Las Amazonas”, un grupo de mujeres mestizas e indígenas movilizadas por la causa de la liberación del pueblo. Si bien el rol de Juana fue indispensable en la guerra, murió a los 82 años en el olvido y la pobreza.
Macacha Güemes: Hermana de Martín Miguel de Güemes, fue determinante. Se encargaba de coordinar las tareas de espionaje y las misiones junto a otras, para ayudar al ejército de los «Infernales». En 1815, Güemes fue nombrado gobernador de Salta por la voluntad popular. Mientras él se encontraba en la guerra, Macacha tomó las riendas del gobierno. Tras el deceso de su hermano, siguió siendo muy importante en la política de la provincia y se sumó al Partido Federal, por lo que fue muy respetada incluso entre los opositores unitarios. Falleció en 1866, a los 90.