Qué dice la calle… Martes 15 de Noviembre
La frase de hoy: “Florencio Constantino tuvo una vida que mucho se pareció a una novela”
Florencio Constantino (Ortuella, Vizcaya, 9 de abril de 1869 — México D.F., 19 de noviembre de 1919) fue un tenor español de amplia trayectoria.
En su juventud trabajó como mecánico naval. Tras cumplir el servicio militar emigró a Argentina, donde trabajó en su oficio y llamó la atención su capacidad para cantar. Comenzó a recibir clases de canto con Leopoldo Stiatesi, alumno de Francesco Lamperti y debutó en Montevideo en 1892 cantando en La Dolores, de Tomás Bretón (aunque hay alguna referencia de que pudo haber cantado, ya en 1899, en La favorita, también en Montevideo).
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El empresario tabaquero Manuel Méndez de Andés lo tomó bajo su protección, pagándole una ampliación de estudios de canto en Italia. Al poco tiempo consiguió un contrato en el Teatro Ponchielli de Cremona, comenzando una exitosa carrera por los teatros de Italia, que amplió a los de Holanda y Alemania. Se especializó en los papeles de tenor de Rigoletto, La Traviata, Il Barbiere di Siviglia, La Favorita, Les Huguenots, Ernani o La Gioconda. En 1899 es contratado con la compañía del Teatro Real de Madrid, donde debutó en el Duque de Rigoletto, apareciendo allí hasta 1905 con gran éxito.
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Posteriormente viaja por Polonia y Rusia, donde coincide con Luisa Tetrazzini, Salomea Kruszelnicka, Mattia Battistini y Josefina Huguet.
En 1905 se presenta en el Theater des Westens de Berlín con el Duque de Mantua y Manrico, y en 1906, en el Covent Garden de Londres se alterna con Enrico Caruso en Rigoletto.
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A partir de 1906 se traslada a Norteamérica, donde debuta con Carmen en Nueva Orleans. A partir de este debut comienza a aparecer con las principales compañías norteamericanas. En 1908 cantó con Luisa Terrazzini en la Manhattan Opera Company. En 1909 participó en la apertura de la ópera de Boston, cantando en La Gioconda junto a Lillian Nordica y Louise Homer. En 1909 y 1910 actúa en el Metropolitan Opera de Nueva York y el Teatro Colón de Buenos Aires. En 1912 participa en una compañía itinerante argentina, y en 1915 aparece por última vez en Los Ángeles. (Datos biográficos publicados por Wikipedia)
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El 12 de noviembre de 1912 se inauguró en Bragado el teatro que mandó a construir Constantino. Se han cumplido 110 años de aquel acontecimiento que, para demostrar su importancia, cubrió informativamente el diario La Nación. La vida de Florencio Constantino es una novela que se hubiera escrito con mucha imaginación.
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Constantino quiso agradecerle a Bragado el haberlo recibido. La Calle quiere destacar, de nuevo, el aporte de Julio Goyén Aguado por haber reconstruido la vida del tenor.
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Se están por cumplir 103 años su fallecimiento producido en México (DF), el 19 de noviembre de 1919. En estos días se han programado distintos actos de evocación y homenaje al tener vasco.
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Sus últimos días entraron en la oscuridad informativa; las luces de los grandes escenarios se fueron apagando. Murió a los 50 años, siendo abanderado de los inmigrantes que honraron a su patria adoptiva.