¿Podemos definir que es lo que hace grande a una mujer? Seguramente no, pues si solo tomamos su aspecto social o público, seríamos injusto. En realidad cada mujer, incluso desde el anonimato, es grande en si misma por el simple hecho de estar viva y por todo lo que puede aportar durante ese tiempo que se nos presta en este mundo.

Por eso desde “La Voz” también queremos homenajear a las mujeres anónimas, aquellas que con su tarea diaria nos ayudan a construir cada día nuestra sociedad. En ese grupo de mujeres encontramos a Silvana Pipola, Marina Orellano, Paola Pipolo, Lila Méndez y Norma Iglesias. Ellas integran el grupo de mujeres del área de Servicios Urbanos de la Municipalidad que día a día, sin importar la condición climática, se levantan y barren nuestras calles que nos permiten vivir en una ciudad limpia.
Su trabajo es titánico, porque saber que el esfuerzo que realizan hoy mañana puede estropeárselo o el viento, o un mal vecino. Aún así no claudican, por eso cuando las vea en la calle, con sus escobillones y sus carros, deténgase solo un minuto para agradecerles, porque ellas hacen que tengamos un mejor día, cada día del año.

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