Carta de Lectores
“Los Griego”
Los Griego nacen donde la situación del mundo y el país estaban muy difíciles, si bien siempre hemos vivido subiendo y bajando, producto de los malos manejos económicos del país, tras que no era poco nos vino la pandemia.
Mi vida siempre fue de trabajo, a pesar de no haber aprovechado la oportunidad que mis padres me brindaron, que no supe medir consecuencias y que en verdad no era tan importante reunir el requisito de tener un título secundario, sí era obligación el primario… eso sí en nuestra generación o se estudiaba o se salía a trabajar, no necesariamente para traer dinero al hogar, sino para obtener esa cultura, la cultura del trabajo.
Eso me llevo a que desde los 13 años comencé, lo que el Sr Griego quería, no era tan difícil como hoy conseguir un trabajo, este abundaba, no importaba cuantos años tenías, ni los estudios, solo se necesitaban personas educadas, responsables, y si no te gustaba el pago, recurrías a otro trabajo que como dije antes no eran tan difíciles encontrarlos.
Si bien en resumen, quien suscribe escaló hasta lo más alto de un trabajo que era ser jefe de logística en obras de Gas de alta presión dentro y fuera del país, llegó un momento de la vida que era cuestión de abandonar ese trabajo tan lindo pero a su vez muy injusto, donde reemplazas a tu familia por dinero sin verlos cada 30 días. Eras un proveedor de ellos, así crecieron el resto de Los Griego, sin disfrutar de ellos como hijos, sin saber lo que era ir a una plaza o a un partido de fútbol.
Pero gracias a ese training laboral cansado ya volví a Bragado con la idea de intentar conseguir un trabajo acorde a mi perfil, pero los tiempos habían cambiado 30 años después de mi primer experiencia, ya se requería como requisito título secundario y hasta universitario para lograr un trabajo, cosa que siempre disentí, porque eso también fue producto de que varias generaciones posteriores estuvieran excluidos de su futuro, lo que llevo a que se ocuparan vivos de conseguirles planes, lo que generó luego un desinterés por lo laboral.
Así al jefe de logística no le quedó otra que salir a remisear, un trabajo donde si sos vivo podes aprender mucho escuchando a la gente, conociendo buena gente, mala gente, etc. Pero volvemos a la pandemia, no quise exponerme y desafiarle a la muerte en julio del 2020, decidí invernar en casa, frente a un televisor, ver la mayor cantidad de películas, y dejar que pasasen los cuarenta días o sea, la llamada cuarentena, que pasó a ser ochentena, jaja ,y que ya la situación preocupaba, tanto por lo económico como en qué hacer ahora.
Apareció en mi vida un ángel del cielo, Ángel este que me llamo para que la ayudase, que sus padres habían partido, que había quedado una casa con muebles y que quería venderlos, en verdad primero creí que me lo decía como un desahogo, pero no, en verdad era la intención que se los vendiese ganándome un porcentaje en la venta, me reí, porque hasta ese momento si de algo estaba seguro era no saber vender nada a nadie, con conocimiento de causa, porque uno de los trabajos que abundaban en el momento que volví, eran ventas, intenté invertir en alfajores, salí a venderlos a un 50% menos de lo que los pagaban los negocios, termine comiendo en el desayuno alfajor, en el almuerzo alfajor, merienda alfajor y cena alfajor, el resto se me agusanó, Jajaja, por lo tanto sabía que lo mío no era la venta, debido a esa experiencia, le rechacé el ofrecimiento a esta persona, mientras seguía viendo películas en la cama, pero a su vez observando como mi ex esposa mataba el tiempo tejiendo posapavas al crochet, pregunté para quienes eran y su respuesta fue para regalar, le digo estás loca, todo ese trabajo y lo vas a regalar, les cuento que la pila de posapavas llegaba a medio metro de altura, pero cuando a cómo apagar un cigarrillo y prender otro, así que le ofrecí vendérselo a través de las redes, increíblemente no vendí ninguno… jaja y eso que eran muy llamativos, pero me pregunté, seré yo el negativo? Seré yo que no le pongo garra a la venta? La respuesta fue llamar a esa persona que me ofreció los muebles ir y observar de que se trataba, me ilusione viendo entre otras cosas una morza antigua de pie, que deseaba se llevase a la chatarra, ahí me cayó la ficha y dije aquí comenzara mi desafío, largué mediante unos párrafos la venta de la misma, venta ésta que se concretó a los 10 minutos, pero había un problema, el comprador era de Chacabuco, y nadie podía salir ni entrar de Bragado ni a otra ciudad sin una causa justa, y mucho menos por la venta de una morza de herrero y de yapa antigua.
Así que buscamos con el comprador la vuelta de acercarla, ahí fue que se hizo el traspaso de la misma en la estancia de Bragado Chico.
Ese empuje de esa venta me llevó a ofrecer otras cosas y otras y otras, hasta que recibí un llamado de una clienta de Remís de 90 años que me conocía de niño, muy preocupada, viendo que ya no trabajaba más y supuso que todo lo que estaba vendiendo era de mi propiedad y que terminaría sin nada, ahí le conté el desafío y me pidió me llegase a su casa que quería darme algo, ese algo era un ventilador antiguo, me dijo véndelo Juan José, mi pregunta fue… a cuánto? No se ponele lo que quieras te lo regalo.
Los Griego es lo único que no van a vender es ese ventilador, pero a partir de ahí se empezaron a abrir puertas, a obtener cada vez más mercadería en exhibición, sin comprarla, sin llevármela, sin poner el precio que me pareciese sino escuchando lo deseado, dejando de lado
lo emotivo, evaluando el precio y largándolo a vender.
Los Griego fue una idea que me surgió para que si este proyecto persistía en el tiempo mis hijos con orgullo dijesen algún día “Los” somos nosotros, Griego fue mi abuelo y mi padre, mucha gente cree que Griego es la nacionalidad y no, es un apellido que nos permitirá que la gente del país nos conozca, un sello, una marca, un saber que sin ser esa nacionalidad un Griego Argentino tuvo el coraje y la suerte de conocer tanta gente, gente que, si no fuera por ellos esta ferretería, mueblería, bicicletería, etc, virtual siga teniendo el stock que tiene, el éxito en las ventas, la empatía con el otro, el respeto, y la seriedad ante quienes no y quienes nos conocen.
Los Griego carecemos de negocio o establecimiento físico, Los Griego no tenemos empleados, solo uno, quien suscribe
Porque Los Griego no compramos, los Griego Vendemos.