Se levantan voces
que claman defensa
para nuestra hermosa
y sabia naturaleza.
En el cielo de la vida
hay factores muy valiosos,
no los eliminemos
pues su valor es costoso.
Las riquezas explotemos
sin cometer los excesos
que nos conducen a un caos
y a vivir peor que presos.
Protejamos nuestros bosques
con trabajo racional,
el talar es despiadado
y nos llevan a un mal pasar.
No persigamos la fauna
que se exterminan especies
las creaciones naturales
deben durar muchos años
aspiramos conservarlas
pues se desequilibra la vida
acarreando graves daños.
Vivamos en armonía
por delante, seamos sabios.
Si obras humanas son destruidas
con el tiempo se renuevan
pero las naturales
son irremplazables,
y su pérdida irreparable,
y tendremos arrepentimiento
de haber obrado tan mal.
Reaccionemos, aún es tiempo
y a las depredaciones pongamos fin.
Si un país devasta bosques
y a su fauna la extermina
marcha al desastre moral,
económico, espiritual
y entonces no habrá más vida
será catástrofe total.

Delia E. García de Macías.

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