El banco del poeta Maroni
¿Cuantas veces habremos pasado por lugares emblemáticos marcados por la historia de Bragado sin saberlo? Quizás incontables veces, nuestro transitar por la ciudad nos llevó a frecuentar aquellos lugares donde el tenor Constantino, o el médico Quenard, o cualquiera de los protagonistas de nuestra ciudad, hicieron nuestra historia.
De eso se trata la intervención urbana que, el artista Felipe Amado, auspiciado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Bragado realizó en estos días en un banco de nuestra plaza Eva Perón. Allí en ese banco, el último sobre calle Pellegrini y el más cercano a la estación, Enrique P. Maroni, pasaba sus tardes escribiendo sus primeras letras y porque no imaginar que las primeras ideas de estrofas que después fueron la letra de La Cumparsita, fueron pensadas allí.
Dialogamos el sábado con el artista Felipe Amado mientras realizaba su trabajo. En ese diálogo Felipe nos explicaba que en la revista “Historias para ser contadas”, en el N° 35, Juan Luján Caputo logra hacerle una entrevista a Del Bue, primo y amigo del poeta bragadense, pero también confidente de aquellos sentimientos de Maroni.
Es en esa entrevista Del Bue revela que aquellos primeros poemas de amor escritos a principios del 1900 en ese banco, se debían a que Maroni tenía una novia, que él pretendía, pero la familia no lo aprobaba y que casualmente vivía a media cuadra de la estación. Por eso este banco es tan emblemático, fue aquel que cumplió la tarea de recibir a un Maroni enamorado pero angustiado frente a las vicisitudes del amor, permitiendo el reposo del poeta mientras este gritaba con la tinta y un papel, sus más profundos sentimientos.
Amado interviene y rescata ese banco tan simbólico de nuestra ciudad escribiendo sobre su respaldo la primera estrofa del poema que Maroni redactara honrando nuestra ciudad:
«Bragado de mis amores,
el de las bajas casitas
el de las plazas bonitas
llenas de novias y flores.»
Intervenir y rescatar nuestro legado para las futuras generaciones, es cultura puesta al servicio de nuestra identidad colectiva como comunidad.
