Elecciones Bragado 2023 Reflexiones sobre una democracia con riesgo de desencanto en su cuarta década

Por Lic. Horacio García

Han finalizado las elecciones generales que dieron lugar a un nuevo cambio en la conducción del Departamento Ejecutivo Municipal, las cuales permitieron que Sergio Barenghi se convierta en el séptimo intendente de nuestra ciudad en estos 40 años de democracia. En la noche del domingo, en la vorágine de conocer los resultados, muchos datos se nos escaparon. Transcurridas ya algunas horas y si bien aún no se tiene el recuento final de las elecciones, los guarismos comienzan a volcar las primeras luces sobre las cuales realizar las primeras conclusiones.
Un hecho que no podemos negar es que, con las particularidades de cada elección, los comicios del pasado domingo, se asemejaban mucho al de 2019. En ambas ocasiones fueron tres las fuerzas políticas que disputaban las elecciones y de hecho, las dos principales, presentaron en ambas condiciones a los mismos candidatos, Sergio Barenghi y Vicente Gatica. Esta particularidad, nos permite realizar una comparativa para entender qué pasó en estos cuatro años con los votantes bragadenses.

SERGIO BARENGHI CONSERVÓ SU CAUDAL ELECTORAL

Un hecho que no puede negarse, es que el ganador de este domingo Sergio Barenghi, prácticamente conservó su caudal de votos. En términos de porcentajes, incrementó en 2,5% su performance, si bien en votos reales, obtuvo un número similar al de 2019, teniendo en cuenta que aún faltan escrutar tres mesas y que si proyectamos el promedio de votos obtenidos por mesa (unas 113), nos dejaría en un número cercano a los 13.050 votos, frente a los 13.148 que obtuvo en 2019.
Sin duda este es un logro y una fortaleza del candidato y del espacio político, Unión por la Patria, sobre todo teniendo en cuenta que en tiempo donde los apoyos suelen ser efímeros y donde la ciudadanía reclama mucho más a los candidatos, resulta fácil poder sufrir desgaste. Esta es la principal fortaleza con la que Sergio Barenghi podrá iniciar su mandato como intendente de Bragado.

MUCHO MÁS QUE EL DESGASTE DE UNA GESTIÓN

El primer dato llamativo que surge de esta comparación de los comicios del 2019 y el 2023, proviene de la caída que sufrió el actual jefe comunal Vicente Gatica, hablamos que en la comparativa perdió 4000 votos, un promedio de mil votos por año en los últimos cuatro. No hay duda que no pueden atribuirse las causas a un solo factor, es decir el análisis debe contemplar varias aristas como: el desgaste propio de la gestión, la voluntad de recambio por parte de la ciudadanía, la desazón por el actual contexto de crisis, o los resultados electorales de la fuerza a nivel nacional con la candidatura de Patricia Bullrich que impactó con una propuesta electoral que fue incapaz de crecer de las PASO a las generales. La pregunta es qué pasó con ese caudal de votos perdidos y tratar de analizar el mensaje que las urnas nos dieron este domingo a nivel local

EL CRECIMIENTO DE LA TERCERA FUERZA

Salvando las diferencias políticas e ideológicas entre lo que fue Consenso Federal en el 2019 y La Libertad Avanza en el 2023, lo cierto es que ambos espacios capitalizaron, como tercera fuerza, la voluntad de muchos electores locales que no se veían representados por ninguna de las alianzas electorales tradicionales de Bragado. Si a este escenario sumamos los resultados del espacio Innovar en el 2021, observamos que hay un porcentaje fluctuante de votantes que eligen esta tercera vía representativa, sin importar cuan a la derecha o izquierda se encuentren del espectro político. En esta oportunidad, con la fortaleza de contar con un candidato fuerte a nivel nacional como Milei, vemos que, tanto en términos reales, como proporcionales, La Libertad Avanza pudo quedarse en nuestra ciudad con la mitad de los votos que perdió Vicente a nivel local.

EL RIESGO DEL DESENCANTO Y LA APATÍA

Continuando en la búsqueda de esos aproximadamente 2.000 votos faltantes del oficialismo que no fueron capturados por las otras fuerzas, queda por preguntarnos a dónde fueron. Lo primero para destacar es que, entre el 2019 y el 2023, bajó el número de votantes, aproximadamente entre 500 y 700 menos, siempre teniendo en cuenta que aún faltan escrutar tres mesas y que proyectamos el promedio de votos obtenidos por mesa. Es decir, hubo un incremento en el ausentismo siendo que el padrón electoral se había incrementado en algunos centenares de votantes. Ese dato, junto con el doble de votos en blanco entre el 2019 y el 2023, explica donde se fueron esos votantes que pudieron haber acompañado a Vicente Gatica en su segunda candidatura.
Lo cierto es que, a 40 años de democracia, el crecimiento de los votos en blanco y del ausentismo, refleja una tendencia que, en los últimos años se va consolidando, de un grupo de ciudadanos que cada vez encuentran menos reflejado sus intereses en las propuestas electorales existentes. Quizás sea esta, la principal tarea por delante, volver a enamorarnos del sistema democrático.

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