Entrevista a Agustín Tapia

-Profesor de Educación Física y dueño de Power Beast

Agustín nos contó un poco de su historia. Se recibió en el Instituto Nuestra Señora de Lincoln y actualmente se dedica al mundo del entrenamiento y a la docencia.
“Es un mundo que conozco mucho porque desde muy chico lo vengo frecuentando como competidor en algunas áreas del deporte (Fútbol, Taekwondo, MMA, CrossFit)”.
Es el dueño de Power Beast, un centro de entrenamiento basado en lo personalizado. Idea que surgió en plena pandemia, dónde comenzó con grupos reducidos de entrenamiento funcional con el claro objetivo de poder ir progresando.
“Este crecimiento se dio con muchas ganas, compromiso, estudio, ayuda de mi entorno y muchos alumnos interesados que consolidaban aún más el camino de la profesión que elegí”.
Con el tiempo fue cambiando sus metodologías de trabajo y se centró en los entrenamientos personalizados, en deportistas de varias disciplinas, “personas que tenían objetivos con fines saludables, estéticos o fitness”. De esta forma logró que cada alumno cuente con su planificación individual, acorde a sus condiciones y capacidades actuales, con el fin que pueda cumplir con la meta deseada.

“Además de estos objetivos, mi prioridad es sembrar conciencia: entrenar es salud, es atender lo psicosocial de cada ser. Además de desarrollar las capacidades condicionales y coordinativas, aprender a moverse es esencial, y en otros casos desaprender lo aprendido. Nos encontramos con agentes de la salud, medios masivos de comunicación, redes sociales, influencers entre otros divulgando conocimientos que no tienen relevancia alguna en la actualidad, los famosos “mitos” que ya es hora de dejarlos atrás: por ejemplo, que la mujer no puede entrenar la fuerza porque se van a poner como un hombre, que los niños no pueden entrenar la fuerza porque es perjudicial para su crecimiento, tomar agua con limón en ayuna reduce tejidos adiposos, en una sentadilla las rodillas no superan las puntas de los pies, entre otras. Por eso es fundamental que se le dé la importancia necesaria a quienes realmente tengan un título que los avale a ejercer como profesionales, para evitar el acceso a información errónea».
Nos encontramos atrapados en una sociedad dónde el sedentarismo abunda en las diferentes etapas de crecimiento, olvidando que el cuerpo es nuestro vehículo diario. Desatendiendo de esta forma nuestra corporeidad y motricidad, reduciendo nuestro abanico motor al dejarnos de mover.

Varios son los casos que a la inactividad se le suma malos hábitos alimenticios, el no cumplimiento con el ciclo de sueño, lo que genera estrés, cansancio, dolencias, entre otras cosas.
“Mi pensamiento y lo que aconsejo es que es hora de moverse, pero antes de comenzar a hacerlo es importantes preguntarnos ¿Qué es lo que quiero? ¿Cuál es mi objetivo? ¿Me genera satisfacción lo que estoy haciendo? ¿Estoy con el profesional correcto para este objetivo? ¿Lo que estoy realizando, me llevará hacia donde quiero ir? ¿Mi entrenador es una persona capacitada? Es momento de mirar un poco más allá de lo que tenemos a nuestro alcance, es momento de objetivar hacia una mejor versión”.
Agustín, desde su experiencia y profesionalismo, aconseja que tratemos de ser un libro abierto, de apropiarnos de aquello que tiene un sustento científico y no una tendencia grupal, aquello que te haga ver que estar sano y fuerte mejora tu calidad de vida, para eso también es necesario entrenar la fuerza ya que mejora tu estado de ánimo, tu composición corporal, incrementa la densidad mineral ósea, la capacidad metabólica muscular, se evita la pérdida de masa muscular, reduce el colesterol y fundamentalmente la vida pesa menos, vivamos fuerte.
“LA EDUCACIÓN ES UNA PARTE CRUCIAL DEL PROCESO”.

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