La historia del Vivero de la Madre Tierra

Zulma Basilio y Marcelo Mederos son los mentores del Vivero de la Madre Tierra, el cual funciona hace más de veinte años. Relataron la historia de sus inicios y el trabajo del día a día, en la tienda de vivero y jardinería.
Zulma Basilio narró aquel sueño familiar donde empezó todo: “Fue una iniciativa que tuvimos hace mucho tiempo, por querer encontrar una actividad, un trabajo que nos acompañara a lo largo de nuestra vida junto a mi marido, en un lugar agradable, donde la gente pudiera venir y encontrar un lindo camino, un recorrido y un poco de música para que luego de pasar por el portón se transporten a un mundo milagroso que es el de la naturaleza”.

Se trata de un proyecto independiente, el cual vienen gestando de hace más de veinte años. “Marcelo es el que trabaja diariamente”, relató Zulma, y continuó: “compramos en productores de la provincia de Buenos Aires lo que vendemos y, todo el sector de regalería y los aromas también hacen que esto sea un lugar diferente”.
El vivero se encuentra ubicado en la calle Curiale y Elizondo, “estamos detrás de Fontanero, la gente nos ubica mejor por eso. Tenemos nuestros clientes, amigos, colegas, ellos fueron una parte muy importante en nosotros”. Además, agradeció a Beti y Fidel de la Florería La Japonesa, “ellos nos dieron una mano enorme en un montón de oportunidades, porque nosotros somos aún pequeños”.
A su vez, Zulma recordó: “Quisimos brindarle a la gente un lugar agradable. Cuando éramos novios hace más de treinta años habíamos elegido estos terrenos para que fuera nuestro hogar, y la vida nos mostró que este podía ser nuestro lugar de trabajo donde la mayor parte del tiempo compartimos”.
“En el Vivero de la Madre Tierra, en esta época del año, tan difícil y de tanta sequía, podemos encontrar: arbustos, árboles para las veredas, plantines, aromáticas, una gran variedad de macetas de todos los precios y de todas las medidas, siempre tratando de estar a la ‘moda’ porque las plantas varían de moda y de gustos”, contó.

También presentan su parte de regalería, que según indicó Zulma, “fue un proyecto más personal, para que todo este tiempo que pasara en este lugar fuera una posibilidad de ofrecerle a la gente algo que yo pudiera tener también en mi casa. Empezamos a traer muchos objetos importados de Indonesia, de China; lo que más me gusta y lo que la gente se lleva es todo aquello relacionado con los aromas; hoy vemos que la gente le gusta sahumar su casa, le gusta prender un sahumerio y escuchar una buena música, además hay aceites esenciales, sahumadores…”.
Sumado a la parte de regalería, también presentan un sector de macramé, hechas a mano por ella.
Respecto a la gran variedad de plantas, árboles y flores, el Vivero también ofrece un asesoramiento correspondiente; “nos gusta asesorar a cada persona que se lleva una planta, decirle cuál sería el lugar ideal, los cuidados, el mantenimiento. No nos gusta vender una planta para que luego se seque, porque respetamos la vida, entonces el asesoramiento está incluido. Además nos encargamos de diseñar ideas para las quintas, de manera personal”.
Durante el verano, el vivero permanece abierto de lunes a sábado desde las 10 hasta las 13hs y de 16 a 20:30hs. Y los domingos de 10 a 13hs.

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