Qué dice la calle… Lunes 18 de Septiembre

La frase de hoy: “Es bueno encontrar amigos que han progresado”

Lo llamaremos Tito, aunque tal vez sería justo nombrarlo con nombre y apellido. Lo suyo, sin embargo vale como ejemplo de vida. Una vida que no siempre lo trató bien y frente a los problemas hizo gala de su fortaleza.

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Desde que sus hijos eran chicos le tocó afrontar penas, que analizadas a la distancia parecen pequeñas, pero en su momento era sumergirse en un mar de desdichas. Lo encontramos en su lugar de trabajo donde ya lleva años de antigüedad.

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El mayor de sus hijos terminó el secundario en la Escuela Técnica N°1, pronto iniciará estudios a nivel superior, queriendo saber sobre máquinas viales, un lugar donde le dijeron que encontraría destino para un trabajo efectivo.

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La mayor de sus hijas está terminando el secundario en la Escuela de Comercio, pese a que parece que fue ayer que iba al Jardín de Infantes con sus pequeños pasitos y grandes ojos negros.

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Tuvo a su lado a una mujer que lo acompañó en las buenas y en las malas. Unirse fue una decisión difícil que a poco de andar tuvo que afrontar la enfermedad de uno de sus hijos (cuyo padre era de una pareja anterior). Tito lo tomó siempre como un hijo y lloró por teléfono en la mañana que le tocó dar la mala noticia. Por su buen corazón y confianza en sí mismo, aceptando los errores cometidos pudo lograr la unidad familiar e ir olvidando los malos momentos.

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Hubo gente que siendo él integrante de una modesta familia, no dejaron de darle una mano; incluso hasta el momento en que consiguió una vivienda en un Plan Federal.

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Tito Y Irma, así imaginamos el nombre de su esposa, pudieron ir mejorando la vivienda y superando otras instancias también difíciles que le reservaría la vida. Lo cierto es que los años pasaron y el reencuentro entre los amigos separados por la distancia de los años fue reconfortante y seguramente valioso para los dos.