Reconocimiento a Martín Garassi
-Músico y docente de nuestra ciudad
Martín es un reconocido músico y docente de nuestra ciudad, quien hace 28 años viene dedicando su vida a esta profesión artística, no sólo desde la práctica, sino también desde la enseñanza a niños y adolescentes.
Contó que toda su vida fue una persona tímida y que la llegada de la música resultó ser un canal de expresión para él, logrando forzar lazos de amigos y amigas que aún perduran.
Sus comienzos aparecieron desde muy pequeño: cuando tenía 7 u 8 años, su relación con la música ya era muy fuerte y concreta, “cuando escuchaba una canción se me ponía la piel de gallina y me daban ganas de llorar, pero nunca pude saber por qué me pasaba eso. Me acuerdo de ir en la camioneta con mi vieja, un amigo de mi vieja y mi tía y pasaron un tema en la radio, creo que de ‘Scorpions’, y se me caían las lágrimas. Me preguntaban por qué lloraba y no me salía decir que era por la música, que la música me generaba eso.”
Los primeros cassettes que tuvo fueron de ‘The Beatles’ y se pasaba horas en su habitación escuchando diferentes bandas. Ahí comenzó su conexión con la parte musical. Al tiempo, le regalaron una cartuchera que tenía un pianito, y melodía que escuchaba, la sacaba al instante. Martín se dio cuenta que tenía un oído relativo y mucha facilidad con los instrumentos.
Su papá fue un eximio jugador de Básquet en Bragado y Martín, desde chico, se dedicó a practicar el mismo deporte. “Nací con una pelota de básquet en la mano y estaba todo el día jugando. Me interesaba, pero mi pasión era la música.”
Nos contó que muchas veces le golpeaba la puerta a su vecina Norma, mamá de Danilo Guayta (artista ícono del hardcore bonaerense), para pedirle los tarros de dulce de leche de la panadería y así construir baterías para poder tocar. Martín quería ser baterista, pero un día, su papá le regala la guitarra de su abuelo y conoció un mundo nuevo.
Teniendo 11 años, después de un partido de básquet con dos de sus amigos de toda la vida, Juani Leira y Nicolás Armagno, decidieron hacer una banda y cada uno eligió qué instrumento quería tocar. Agrega que, como Juani gritó inmediatamente que quería tocar la batería, él se decidió por la guitarra.
Con sus amigos, tuvo bandas como “Gloria al perro”, “Un beso en el ojo”, “Terneros Online”, “Ser utópico”, entre otras. “Fue toda una experiencia para mí, de transformación y también de dedicación. Yo tengo una contra muy grande que es que toco muchos instrumentos, no sé si bien, pero sí muchos. No sé si autodefinirme ‘multi-instrumentista’, pero me encanta conocer instrumentos, ver cómo puedo sacar un sonido. Me sirvió mucho en la parte de producción porque, cuando compongo, ya pienso en la canción completa. Cuando estoy haciendo una canción no pienso en que me quiero destacar o hacer un punteo de media hora, sino pienso en cómo sonaría una canción en general. Me abrió mucho las puertas de poder crear y tener un panorama y una percepción distinta de la música”. Será por eso, también, que –aunque su preferencia sea el Rock-, Martín logra ser un músico sumamente versátil y desposeído del ego.
“Muchos dicen que uno empieza por ahí jugando, pero yo, te voy a ser sincero, siempre fui muy creyente de que la música iba a ser mi salvación en la vida, pero no en el aspecto económico o laboral, sino que siempre que hice música me di cuenta que me sentía completo. La música me cambió la vida. Yo quería tocar, no me importaba si me iban a ver 10, 20 o 100 personas, yo quería tocar. Es el día de hoy que siento una adrenalina enorme, me traspiran las manos antes de tocar y creo que eso es por el amor y el respeto que le tengo a la música. Le tengo mucha pasión, mucha admiración, y creo que los mejores momentos que me regaló esta vida, los tengo junto a la música.”
Lo que más disfruta, aparte de tocar en vivo, es compartir, conocer gente, colegas, ciudades, hacerse amigos y dejarse emocionar y traspasar por la música con otros.
Entre esas sensaciones que iba descubriendo a medida que sumaba experiencia, se le despertó la vocación por la enseñanza. Expresa que, si bien siempre fue muy negado a estudiar en conservatorios o universidades, porque estaba seguro que podía hacerlo de manera autodidacta y porque la mayoría de los y las músicas que admira lo son, a la hora de querer transmitirlo o enseñar, se necesitan un montón de recursos para lograr realizarlo. “Uno puede ser un gran músico, pero puede ser un pésimo profesor, por eso el conocimiento no es todo, sino también cómo transmitirlo. Eso lo aprendí con el tiempo.”
Y todo fue decantando para probar otras alternativas. Gracias a su amigo “Juani” Leira, también docente y músico de la ciudad, comenzó el Conservatorio de Música. Ambos se habían vuelto de Buenos Aires y, cuando “Juani” decidió empezar en la Institución, lo convenció. Ahí conformaron un grupo de artistas de Bragado y la zona. Y, aunque no haya finalizado la carrera, es el día de hoy que sigue estudiando y adquiriendo nuevos conocimientos para lograr transmitírselos a otros.
Al tiempo, entre Martín y “Juani”, surgió la idea de abrir el espacio “E.M.A” (Academia de música) comenzando en un espacio muy pequeño. En ese momento, los docentes que estaban eran ellos y Martín Faragasso, con aproximadamente 20 o 25 alumnos. Hoy en día, el espacio funciona en Bragado Club, con una importante cantidad de alumnos y grandes profesores como Martín Faragasso, “Juani” Leira, Kuki Errante, Guillermo Mattera y Nacho Lovillo. “Ahí descubrí que de verdad podía vivir de lo que amaba. No sólo de la música, sino de la enseñanza. Estamos muy contentos por este sueño que nunca pensamos que lo íbamos a cumplir”.
Paralelamente a E.M.A, comenzó a dar clases en jardines, en nivel inicial, primaria y secundaria y con adolescentes en el Programa Envión.
Actualmente, también es docente en la Orquesta infanto-juvenil, en Centros Complementarios y Centros de día.
“Cada vez que estoy dando clases, siento que estoy aprendiendo más de lo que enseño y eso me genera ganas de seguir enseñando toda mi vida (o de seguir aprendiendo, mejor dicho.”
Martín hace foco sobre la importancia de enviar a niños a estudiar música, arte o hacer un deporte, quitándolos de la zona de confort, de la pantalla del celular o la computadora. “Creo que hacer un deporte, estudiar un arte, es algo hermoso, que te deja enseñanza y amistades. No importa si después vas a tener una despensa o ser médico, o trabajar en una oficina, pero la música, el deporte, el arte en general, siempre transforma a la persona y eso es lo más importante. Mi legado es ese: transmitir mi pasión.
Soy un hombre totalmente agradecido de la vida, agradecido de la música, le debo todo a la música. Agradecido a mis colegas, porque siempre recibí un montón de apoyo de todos. Y lo más feliz, que es mi vida, es tocar.”
En cuanto a sus proyectos musicales, hoy en día conforma la banda “Difunta Correa” ( legendaria banda de metal en Bragado), “Galgo negro”, “Forrxs” y “Souland” (de Chacabuco).
Para finalizar, nos comparte que el viernes 8 de julio realizarán un festival con su banda actual “Forrxs” a las 00hs en el Club Sportivo, junto a las bandas invitadas “L.H.D.A” y “La Peste”.
“Forrxs” es la banda continuación a “Conejo (Pendejo)”, que siguió luego del fallecimiento de Danilo. “Forrxs somos cuatro amigos que vivimos todos en distintas ciudades, que ni siquiera ensayamos, pero que amamos lo que hacemos con toda la pasión del mundo.”
Danilo, con su banda “Os Mocos”, fue uno de los pioneros en convertir en arte la crisis, para denunciar diferentes injusticias producidas por el poder político y económico de turno. Una gran influencia musical y de militancia, desde la década del 90’ hasta el 2018, cuando la muerte lo encontró antes de dejarlo todo arriba del escenario. “Conejo fue una de las bandas que van a quedar acá en el mito de nuestra ciudad y de toda la zona por lo que generaba Danilo”, cerró Martín.