Se cumplen 15 años del fallecimiento de Don Raúl Alfonsín
-Un día como ayer 31 de marzo pero de 2009 pasaba a la inmortalidad Don Raúl Alfosín, el padre de nuestra Democracia y además un político que transitó su vida pública con una conducta intachable de honestidad.
Alfonsín siempre será recordado como el padre de la democracia en Argentina. Su desempeño como Presidente en la década del ochenta, su perseverancia y su constancia para trasmitir al pueblo los valores democráticos y su importancia avalan esta percepción del pueblo argentino sobre su persona. Se convirtió en el símbolo de la democracia al ser elegido por voluntad popular tras siete años de gobierno militar, período en el que se escribieron algunas de las páginas más oscuras de la historia argentina, y por su incansable actitud democrática ante sucesos políticos y sociales en los que a veces podría resultar más “cómodo” actuar de forma autoritaria.
Su rol como “padre de la democracia argentina” se inmortalizó durante su presidencia entre 1983 y 1989, en la que derogó la autoamnistía, decretada por los militares durante el gobierno de facto, y creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Su primera acción como presidente fue la sanción de dos decretos: el 157/83 y el 158/83; el primero ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros, el segundo ordenaba procesar a las juntas militares que dirigieron el país durante el golpe militar iniciado el 24 de marzo de 1976.
Como resultado del juicio, se dictó la sentencia y se condenó a Jorge Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a diecisiete años de prisión, a Armando Lambruschini a ocho años y a Orlando Agosti a cuatro años de prisión. Por las características que tuvo, la condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático constituyó un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones que tuvieron lugar en aquellos años en Brasil, Chile, España, Portugal, Sudáfrica y Uruguay.
Fuente: reconciliandomundos.com.ar