La calle- Sábado 13/01/2024

La frase de hoy: “Al fin, tendremos que pensar en despedir al Hogar Mignaquy”.

Es un edificio antiguo considerado de “valor histórico”, donde se han criado centenares de chicos necesitados de la contención social. En ese edificio, con la tarea de un grupo grande de religiosas. Ellos crecieron, estudiaron y muchos de ellos son personas respetables aquí y afuera.

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La calle recuerda la época de los años 50 donde había alrededor de 30 o 50 chicos que convivían en armonía y con el respeto de la comunidad.

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Hay que decir hoy, que Sor Clorinda, la superiora que no se olvida, no está al frente del hogar. Dios la llevo, estando en Roma, ya anciana y después de haberle dedicado casi 50 años de su vida.

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¿Qué paso en los últimos años? Pues, siendo una edificación antigua no se la cuidó como correspondía. Dejo de albergar a niños que llegaban chicos, podían estudiar y en más de un caso seguir estudios universitarios. El gran dormitorio en la planta alta fue clausurado y las carencias fueron cada vez mayores.

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En más de una oportunidad, se informó que los chicos del Hogar, habían sido llevados a una casa que otorgaba seguridades en su construcción.
En la actualidad, solo esta visible el frente del viejo edificio que había sido donado para albergar a un instituto para niños con necesidades sociales.
Según aseguraron las autoridades actuales, a 10 días de estar en el cargo quedan pocos chicos, muchas deudas y escasas intenciones de ponerlo en valor, parecería.
No hay escrituras; las religiosas hace años que no están. Parece increíble que se haya decidido no reparar lo que era visible y necesario.

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El Hogar que había sido construido a principio de siglo tenía la compañía de la comunidad, ahora ha sido dejado de tener en cuenta, cuando más necesitados hay de recibir afecto.

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Hubo tiempos en que los alumnos del hogar eran menospreciados por haber llegado sin la presencia de sus padres. De a poco se fueron haciendo de amigos y de personas respetables que ayudaban en la dura tarea de acompañar su crecimiento.

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En la actualidad, el Hogar parece haber perdido el sentido de su existencia. Se está cayendo su estructura edilicia, pero por la necesidad de tenerlo a la vista resulta indispensable que las autoridades municipales se encarguen de que vuelva a ser lo que fue en el pasado. Saliendo a la calle y preguntando a la gente encontraran la respuesta.
El Hogar Mignaquy ha cumplido largamente su misión; es necesario que nosotros cumplamos, en homenaje a su recuerdo y tratar de evitar que pase a ser historia…

El Hogar tiene su historia, que merece no ser demolida.