Qué dice la calle… Miércoles 22 de Marzo

La frase de hoy: “Hay una gran cantidad de postulantes a presidentes de la Nación”.

La tarea proselitista también tiene lugar en las calles de cualquier ciudad. Ya han podido verse carteles colocados sobre los postes o columnas cercanos a las vías, en la zona de Aguirre hasta la avenida Jaime Bernardo Coll.

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Se sabe que ejercer la función pública tiene su costado para la amargura. Se observa la cantidad de aspirantes. Vamos a considerar que todos lo hacen con la sana intención de mejorar la situación del país.

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EPI: Cartelera vista en Rusia, donde se la ve ingeniosa, pero las campañas no existen…
De eso tendrán que opinar quienes durante muchos años vienen ocupando cargos importantes. Sobre todo debido a que la situación general del país no es para salir por las calles tirando manteca al techo. Basta con decir que los datos “oficiales”, indican que el 40 por ciento de los argentinos somos pobres.

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De este tema hemos escrito otras veces. Si lo hacemos de nuevo es para lamentar que las personas que se equivocan sean calificadas como “malvivientes”, que es eso –vivir mal- lo termina convirtiendo en delincuentes. Cuando el personal policial los para en las calles, le bastará con saber que tienen los papeles en regla.

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La Calle cree que la acción preventiva debe ir un poco más allá: Averiguar, por ejemplo, si esa noche tiene la cena asegurada el ciudadano puesto en control. Cuando se carece de lo más elemental no siempre se tiene la posibilidad de comentarlo. Tampoco hay demasiado interés en averiguarlo. Es que, en general, no se tiene la opción de resolver las carencias…

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Hay quienes saltan el tapial y se llevan pertenencias ajenas. Si a las pocas horas, por un cargo de conciencia, devuelve parte de lo robado, esa acción sólo sirve para ponerlo en evidencia. A la hora de considerar su situación, ¿el fiscal tendrá en cuenta esa sección?

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Sería bueno poder salir de recorrida y ver cómo andan los liberados recientes de los penales. La sociedad, pese a saber que pagó por una mala acción, en general lo rechaza en su deseo de reinsertarse mediante un trabajo. El Servicio Penitenciario lo acompaña hasta la puerta de salida y allí lo deja… El expresidiario no sabe qué puerta debe golpear…

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Campanas que no se escuchan: Más que nuevos penales con altas paredes con alambres de púa y muchos custodios. Tal vez sea el tiempo de imaginar un gran galpón- escuela con ventanas abiertas al sol y talleres con oficios que los presos pudieran aprender en sus horas, días, meses y años, en sus tiempos privados de la libertad.

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Hay quienes podrán decir que “todos podemos imaginar un mundo ideal”. La Calle sabe que es cierto, pese a lo cual es doloroso transitar el mundo que habitamos. Por eso, es válido diseñar con la mente un espacio para todos. Rogamos comentar el texto de La Calle, por escrito en un breve párrafo o con un llamado telefónico. Es que no está bueno vivir en soledad…